Como los pétalos rodean la rosa, y el rocío toca mi frente, esta noche el espiral ha tomado el control de mi mente,
Por la mañana el viento acaricia mi rostro, el destino aun es generoso. Mañana estrellada reflejan mis ojos y mi boca aun silencia,
Hierba alta, atardecer difuso, mis pies aun no pueden trazar el curso,
Camino estrecho intimidan mis manos, y mirada apresurada para contemplar, aquella galaxia ínfima de estrellas al azar.
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¡TE EXTRAÑO, Pero, Me Amo Más!
Como el agua se desliza entre los dedos
El aire nos roza el cuerpo trayendo con ella una brisa
Tú amor se desvanece con las mentiras y acciones;
La falta de interés ya corta todo lazo que se tenía
He aprendido que no se puede ser feliz sin amarnos
Podemos vivir a pesar de las duras y tristes situaciones
Lo que no está permitido es arrastrar desechos al presente
Como si no conociéramos nuestro Valor.
Te lloré mares, sin saber lo que había detrás
Agradezco lo vivido más no la sinceridad que te faltó como persona
No lo creí perfecto, sin embargo, lo gozamos como niños
De aquellos que no se iban a hacer daño; de los inseparables y aún así… No bastó.
Dicen que el amor es fugaz, lo que nose dice es;
¿Para quién? ¿En qué momento empieza a desvanecerse?
¿Por qué desgarra tanto el alma y te quita la esperanza que habías puesto en esa relación?
Tanto que falta el oxígeno y se te lleva la vida en el proceso.
No debería ser tan doloroso y devastador. No Debería, pero, ¿Qué se hace? Vivimos en una era Virtual.
Tiempo.
Pasó el tiempo, y de repente, tenemos diez años más
menos para vivir, pero cuando me besas así
qué importancia tienen los minutos
si en cada segundo me haces inmortal.
Pasó la vida, y de repente, parece que todo sigue igual
pero no hemos vuelto a ser una hoja caduca
que cae en una hoja perenne
sobre el árbol plantado en medio de la felicidad.
Así que sentí, que tenía que incendiar mi vida
para amarte, sin quemar tu deseo
jugué con tu cuerpo, hasta derretirte
sobre tu piel, fui el sol que secó tu rio de desilusión.
De un día sin nombre, hiciste el mejor día de mi vida.
En la oscuridad de mi alma, sin temor, entraste
profanaste mi sueño, abriste mis ojos
para que la vida me mirase de forma diferente.
Así que decidí prenderle fuego a tu vida
para amarme, sin quemar mi deseo
jugaste con mi piel, hasta saciarte
tus huellas fueron mi sueño convertido en realidad.
Del sendero al camino, del paseo al malecón.
El viento cálido despeina tu cabello
hacia la ola que rompe en tus piernas
la brisa suave de tus besos azota mi revolución.
En la ciudad sin corazón
tu claridad amaneció en mi abismo.
Tu silencio durmió mi cobardía.
Tu ausencia es mí letanía.
Tu abrazo es la espada
que atraviesa mi coraza de guerrero
que mata mi fragilidad inmensa.
Tu amor la convierte en serenidad extensa.
Así que decidí incendiar mi vida
con tu libertad, busqué la mía.
Un fuego se apagó, en medio del incendio
como siempre, el miedo, se impuso al deseo.
Así que decidí incendiar mi vida
con la paz de tu alma
que es una catarata de amor
que cae sobre mi corazón.
Que calma mi muerte
de estar un año
sin poder verte.
CANTO A HOLANDA
Un canto para ti tierra lejana
de férvido y augusto patriotismo,
reverdece tu nombre sobre el surco
inmoral de la historia
cual un árbol sublime de victoria;
oh tierra de mi abuelo!… por la ruta
de la sangre y del verso vuelvo a ti,
no pudieron las hordas del tirano
humillar tu cabeza
y hoy refulges dorada de grandeza…..
nederian, nederian! canta de nuevo
la canción de tus viejos marineros…;
en la casa de orange se avecina
como un nuevo lucero
el triunfo de tus bátavos guerreros;
la corona orgullosa de tu escudo
o el intacto color de la bandera
al mundo están diciendo tu realeza,
y en los vientos germina
la palabra de luz guillermina!…
EN ESPERA DE TI
Te esperaré sobre la cima enhiesta
de mi dolor en plenitud de ausencia;
y un temblor de ansias en las manos
traduce el sitio azul de tu llegada…
vendrás yo lo sé! quizá la espera
abra surcos de sangre en mi costado;
pero a través del tiempo y la distancia
amanece la flor de tu recuerdo;
te fuiste. Lejanos horizontes
cobijaron el signo de tu cuerpo.
Y a la vera del lánguido crepúsculo
tu partida sembró la soledad;
soledad de mi mismo… y de esta fiebre
de espera que bifurca mi vida
y de este miedo sin ti que me acobarda…
Vendrás yo lo sé! viejos caminos
marcarán la memoria de tu huella,
y a tu llegada nacerá la espiga
de mi espiritual confortación…
te esperé sobre la cima enhiesta
del abstracto dolor de mis sentidos.