Eres tú quien me hace sentir embriagado en éxtasis y felicidad,nada me hace sentir tan alegre, que estar cerca del jardín, oler sus suaves perfumes y elevarme por encima de la muerte; bastó rosar medianamente un pétalo, Imaginé volver a a veer las olas del mar venir hacía mí, creí escuchar los cálidos fuertes y cálidos vientos, listos par calamar mi angustiosa enfermedad de tristeza, porque tu presencia es música para mi alma y tu ausencia es el carro fúnebre que me conduce de a poco a la tumba. no pretendo que sea reciproca; tan sólo que no me quites ni me cortes el aire . Aparece cómo el ángel que eres y déjame estar a tu lado, no pido más, no necesito más que sentirte tan cerca donde la maldad y el sufrimiento no me alcancen; entiende que la magia más divina la halle en tú reino, ese de donde eres diosa, no te pido que me beses, sólo que me acompañes a caminar, no te pido que cojas mi mano; tan solo mírame con esa sublimidad igual a la de la luna que se posa frena los mortales.
No te pido que me ames, tan sólo abrázame quitame ese frío infernal que no puedo soportar y déjame grabar tú aroma para que este se impregne en mi piel y de allí nunca se borre. Mis más profundos pensamientos vuelan hacía ti esta noche, esperando a que a su llegada te colmen de alegría y suenen en tú alma como la más bella sinfonía de Bethoveen.