ahora que esta todo en calma
ahora reflexiono
en este oscuro silencio
intento ordenar mis pensamientos
ese ruido intenso constante
que se acomoda en mi mente
que me confunde, que me pierde
ese ruido intenso…
ese ruido que no cesa..
ese ruido que te atrapa..
ese ruido…
shhh…. silencio…
un momento…
vacio mi mente …
ahora mi alma es la que habla
la que vuela … que resplandece..
que me envuelve y me revuelve
me asusta y me aturde
que me dice que ya es hora
el momento es ahora
es la hora del ahora
tú eres tu momento
y este tu tiempo
tu calma o tus nervios
tu sonrisa o tu llanto
Siento que ya nada importa Que tus palabras son vanas Que tus miradas perdidas son como el día Con tiempo limitado Sin sentido hacia un abismo perdido En el que a veces me pierdo Y al rato me encuentro Me entretengo Me despisto Y me alejo Me acerco Y tengo miedo Me alejo y lo deseo Un sinsentido que ya no me importa Porque ya no te quiero en mi camino Por que lo absurdo me aburre Aunque a veces me abrume Compases descompasados Con el ruido del silencio me estrello Y después vuelo Y me caigo..
Y mi equilibrio se desestabiliza Y mis pasos son blandos Se derriten, me resbalo No quiero más contratiempos Quiero seguir mi camino Mis fuerzas flaquean cuando desisto Mis fuerzas son inútiles cuando me pierdo Este aire me asfixia Me voy para no volver O volveré para irme Y aunque mire para atrás y me arrepienta una y otra vez Ya no seré la misma Ni mi mirada te sonreirá Porque ya no quiere Porque esa meta ya no es mía Porque busco un nuevo reflejo Con el que tener algo inténso
El mundo gira,
Acompasando tus latidos, tu ritmo
Tus intrépidos sueños y tú sonrisa nostálgica que mece tu mirada,
Que acompaña tus lágrimas,
Que se pierde en la densa niebla de tu mente
Y desciende en picado para volver a verte
A sentirte
A reirte de aquella mañana
Absurda, que bailaba entre tus miradas
Tus perdidos ojos que se encuentran
En cada instante con la realidad que no quieren ver
Porque cada día dibujan una fantasía
Más alegre y más viva
Más entretenida que esa melancolía que te encierra en tus pesadillas …
Que no te deja respirar, que no te deja avanzar
Confundiendo tu vida
Retrocediendo hasta la primera vez que te perdiste
Y vuelta a empezar
De nuevo en un abismo perdido
Dando vueltas y más vueltas en el vacío
En el más allá
En el lugar equivocado dando tumbos
¿Qué queréis que os diga?
¿He cumplido alguna especie de sueño?
¿He hallado alguna ruta de escape?
No.
No he sido capaz de hacer nada.
Estaba rozando el cuerno del diablo
dentro de un destino inexorable.
No estaba escrito antes de mi nacimiento.
Ni se esclareció cuando aún era un crío.
Lo creé con mis mentiras y triquiñuelas
y mis actos más que discutibles
moralmente.
Acabo de bajar del bus
equipado con una mochila y arrastrando
una maleta en mitad de la noche
como un universitario de verdad
como uno de aquellos jóvenes con rostros
mortecinos
como un alma herida.
Jueves universitario; chicas que ni estudian
vienen aquí dispuestas a dar y quitárselo todo
en locales de música ensordecedora
y baboseadas por tipos que llevan tres meses
en el gimnasio
y ya se creen que valen algo.
No quiero eso. Nadie puede desearlo.
La palabra FUTURO moviliza a más
de una generación a creer que
la están alcanzando.
Vienen por cambiar de aires,
huir de sus pueblos,
ver edificios de más de diez plantas,
vivir en uno de ellos,
locales nocturnos repartidos como condones
en el basurero,
ven grandes aventuras u oportunidades
en cada baldosa.
Nunca quise verme como me he visto hoy.
Un grupo de jóvenes hablan y cantan y ríen
bajo mi ventana.
Son las voces y canciones y risas de una generación
que viven como si valiera la pena hacerlo.
Llegue retrasada un día de primavera desde el avión logre divisar todas tus fronteras. Eres más mar que tierra pero tienes una historia que se te mete en las venas.
Una fortaleza amena, una gente que dan ganas de abrazar al verla. Una tarde estuve en compañía de una cerveza, el blues sonaba de fondo tenía la mejor audiencia, muchos forasteros soñando con vivir en tus tierras.
Aquel hermoso puente que de un lado a otro movía en faenas, cantidad de gente perdida en tu lindeza, intente leer un libro que ingenua era, no podría concentrarme estaba en plena escena de aquella belleza.
Me dio un poco de risa la extraña ocurrencia de una sirena que paso entre el agua y la arena, nadie la vio fui la única hambrienta en saber más de ti aunque tú ya demostrabas a legua quien eras.
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