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Alas De Vida.

 Alas de vida.

 Con las alas de la vida, vienen cantando mil perfumes en la noche desatándose, como el bien de  la alegría en una melodía para calmar este día de volcanes y huracanes desatándose  en corazones a la mitad partidos .

corazones condenados que llevan la destrucción  a una terrible maldición,

corazones que aunque envenenados por el mal  y ahogados en un mar de mentiras,  con las palabras del bien se pueden recuperar  para traer consigo la alegría y la gloria de las alas de la vida.

como una rosa que  florece en  primavera demostrando  la vida  cada vez que persevera,

como las alas de la vida  rosando calaveras en una oscuridad amenazadora, la vida sigue como una salvadora

para  entrar en tu corazón y vivir con los corazones alumbrados en este mar llamado «VIDA».

 

Autor: SmokePoet (Juan Sebastian Gutierrez).

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DOÑA ÑORGU

Érase una vez, cuando el tiempo marcaba los hilos de la fantasía, en una muy lejana tierra, donde habitaban las criaturas más esplendidas y extrañas conocidas.

Aquella tierra la conocían como «LEPANTANOUS»;  y en minúsculo rincón de su superficie, había un hermoso lago donde habitaba una extraordinaria criatura conocida como “Grillyn”.

El, era un gran músico y su arte lo llevo a conocerlo como «el espanta sueños.»

Grillyn, era un músico sin igual; .sencillo, amigable y sonriente. Solía tocar un extraño instrumento por las noches y entretener un exigente público compuesto por cada criatura que habitaba aquel hermoso lugar.

El los inspiraba, su música sanaba cada corazón herido y le daba esperanza al que la había perdido.

La luna, esplendida en todo su fulgor, extasiaba a los concurrentes a cada concierto; luciéndose, no solo aquel extraordinario músico, sino también otros personajes, como la familia Cocuyus, quienes iluminaban el concierto cada noche.

Era una verdadera fiesta; allí se concentraban diversos artistas, utileros y bailarines de toda la región. Sin embargo, no todo era felicidad; Sus sonrisas fueron extenuándose, hasta aquel día en que se presentó una extranjera a quien todos conocieron como: Ñorgu

– “Damas e insectos,- (se escuchaba en la presentación…).- es un gran honor presentar en esta noche a la Voz, la Diva, la Grande, la Extraordinaria, La Dama de Hierro…. Hoy presentamos: ¡La Sonata de las Mil voces!: ¡Doña Ñorgu! –

Comenzó el concierto y todos a la expectativa, muy bien al principio, sin embargo, Ñorgu, comenzó a abarcar todo espacio y desacreditar a cada uno de los utileros,  presentadores y ayudantes, diciéndoles que no servían y que hacían mal su trabajo, creando descontento, desgano, descrédito y finalmente…, decepción.

Así, fueron apartándose todos los más fieles compañeros de Grillyn y la concurrencia a los conciertos era cada vez menor. El día en que se iban a presentar los Cisnes, Ñorgu gritó a gran voz:

– ¿De dónde salieron estos patos tan horrendos? Sus cuellos parecen jirafas y su voz parece a la de cien gatos maullando, ¡sáquenlos de aquí!-

Todos hablaban del tema. Al parecer, Ñorgu había llegado con un objetivo: Destruir la fama de Grillyn y  sus conciertos a la luz de la Luna.

El caso, fue que el pobre pensó: – Aquí ya nada puedo hacer, Ñorgu atrajo la atención de todos, mejor me marcho.-

Martha la araña, dijo a sus amigas:

– En esos conciertos conocí a mi esposo y ahora ya no tengo a mi amado, pues se ha marchado. –

El descontento era general, El ratón Michael expreso:

– Ya no podre bailar y mi grupo no tendrá otra presentación, debemos hacer algo y pronto! –

Ñorgu, tenía un fiel compañero, a quien esclavizaba a su antojo, exigiéndole cada vez mayores retos que el pobre no podía llevar. Levantaba mucho peso y corría de un sitio a otro solo para agradar a su dueña.

Así que, aquella tarde, estaban reunidos: Michael el ratón, y Martha la araña, quien se encargaba de los trajes en casa de doña Treme, La Lechuza.

Todos eran testigos de los horrores vividos y ante la noticia de que Grillyn estaba desaparecido, decidieron actuar rápido.

– Atención, (dijo doña Treme). Escuchadme todos: Ha llegado el momento de que rescatemos los conciertos Luz de Luna, los que estén a favor levanten su mano. – Todos asintieron.

Así, se les dio a cada uno instrucciones para preparar una trampa para atrapar a la malvada Ñorgu y hacer que regresara el músico Grillyn al Concierto.

El ratón Michael, fue el encargado de traerla.

– Buenos días Doña Ñorgu, (se presentó con traje a su encuentro). Me complace llegar ante usted su majestuosidad para hacerle llegar una Invitación exclusiva que le envía Doña Treme por ser acreedora de un Premio especial en su exclusivo Spa-

– -¡Oh, qué gran noticia! (exclamo Doña Ñorgu)

– ¡Por fin alguien con clase reconoce mi extraordinaria voz, allí estaré pequeñín! (Tomo la nota y miro la dirección)

Enseguida, comenzaron a prepararlo todo, trajeron madera de Ciprés cortada por los mapaches, fabricaron una gran olla y debajo encendieron la madera, convirtiendo la olla en un Spa hirviente. Y dado que todo estaba acomodado por la tortuga Alejandra, el fuego iba a la velocidad más lenta que se podría fijar.

Llego Ñorgu por fin al sitio, y todos estaban en el lugar, cada uno preparando bocadillos, juegos y habiendo que sus humos subieran al punto máximo.

¡Era la ocasión perfecta! La tenían donde quieran…Y fue precisamente Cocuyo el utilero quien expreso la carta más certera:

– Su excelentísima magnanimidad, que bien se ve usted, oh, pero mejor se vería su magnificencia si tomara usted un respiro aromático en las aguas traídas de la fuente de la eterna juventud.-

Aquellas palabras incitaron su prepotente orgullo y dijo:

– Jaime, “trae un escalón y un traje especial para aparcar en estas aguas ¡de inmediato!”

– Si su magnificencia –expreso el lagartijo,- ahora vuelvo.

Cuando estaba en el lugar le dijo: – Le acompañare mi dama… – pero ella le echo a zancadas y le tiro de la olla diciéndole:

– Insurgente, esto lo han preparado solo para alguien importante y nadie más que yo puede estar aquí, déjame disfrutarlo sola, ¡vete ya…!

Así,Ñorgu se acomodo en la Olla,  y sin notarlo, lentamente la temperatura fue aumentando, quedándose dormida y asándose finalmente en la Olla herviente.

La siguiente noche la noticia corrió como polvo por toda la región. La maldad de la Orgullosa rana había terminado y para celebrar, habría un concierto con el humilde músico y carpintero de la comarca: Grillyn.

“La pomposidad nos hace pesados, el orgullo nos hace odiosos, la arrogancia hiere a quienes más amamos y la prepotencia, nos puede matar. Seamos leales. Sinceros, y amables, cambiemos la tristeza por una sonrisa en los demás y cosecharemos frutos de amor y amistad… seamos humildes y veremos larga vida!.”

Esas fueron las palabras que uso la sabiduría de doña Treme La Lechuza, al comienzo del concierto, donde se presentó por primera vez el Baile de los Cisnes, que hermoso,,, irradiaban de amor y de hermosura, por fin. habían aprendido la lección.

Fin.-

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A LA DISTANCIA , MI AMOR POR TI

A la distancia,Te metiste tanto en mi corazón,que es difícil olvidarte. Aprendí a amarte con el alma y no con el pensamiento.Te acaricie con mis palabras, con mis poemas , mas que con mis manos. Te hable, te bese en noches interminables de insomnios. La noche me traía tu brisa que acariciaba mi rostro cuando lloraba. Lamente una y otra vez tu ausencia,pero no lamente jamas, amarte como te amo. Olvidar? me niego a olvidarte, mi alma no me lo permite, te guarde en el baúl de los recuerdos llamado corazón y recordare siempre, tu risa temblorosa, tu voz gruesa y las veces que decías I LOVE YOU Marta, una y otra vez.

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Doña Maruja Y Los Martillos

A doña Maruja Hernández siempre se le regalan martillos, no importa la fiesta que fuere; Navidad o cumpleaños, el día de su santo, aunque confieso no sé si existe una Santa Maruja, pero sí su segundo nombre, Antonia. Hasta la fecha tenía una pequeña colección de cuarenta y tres martillos, para ella era un misterio. En los primeros años de ese complot familiar, reunía todas estas herramientas en la mesa y trataba de disipar algún mensaje oculto, pero no encontró nada, y los martillos siguieron llegando. En suma los había de todos tamaños, con mangos de madera y de goma, también de hierro. Simplemente era un misterio que había acabado con todas las sorpresas de los regalos futuros.

Maruja era demasiado tímida para preguntar a cualquiera por los inusuales presentes, con el tiempo cuando los vecinos se unieron a la moda de los martillos, aprendió a fingir sorpresa. Vilma su hija, la observaba correr con la prisa que le permitía su edad, después de cada regalo rumbo al escaparate donde los guardaba, después de clasificarlo y pensarle un sitio. A veces ella se acuerda que al comienzo pensaba que era una broma; ella gozaba de buen humor, pero no era así,  terminó resignándose y hasta agarrándole gusto. A medida que su colección crecía ella fue encontrándole otros usos, cuando el insomnio atacaba abría la puerta del escaparate y los contaba hasta que se dormía, como si fueran ovejitas, a veces los utilizaba como  aguanta libros y otras de pisapapeles; en fin los martillos no salían de su cuarto, era una colección privada; ni siquiera su hija sabia de tal existencia. Ninguno de ellos fue utilizado para el sencillo acto de clavar un clavo, los apreciaba mucho como para una tarea tan vulgar, para eso ella guardaba una gran piedra en la cocina, y como los años la habían dejado medio ciega y la piedra pesaba mucho, siempre se pisaba un dedo. Los que la amábamos notamos tan penosa situación, y sin proponérnoslos siquiera íbamos aumentando el tan particular conjunto.

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Christmas Lights

Christmas night, another fight
Tears we cried a flood
Got all kinds of poison in
Of poison in my blood

I took my feet
To Oxford Street
Trying to right a wrong
Just walk away
Those windows say
But I can’t believe she’s gone…

La letra de Christmas Lights de Coldplay llega a mis oidos desde las bocinas. No pude evitar soltar un suspiro. Se supone que había accedido a venir a la fiesta para distraerme un poco, pero ver a todas las personas disfrutando me hace sentir incluso más alejada. Tan solo soy un simple observador de la felicidad de los demás.

Veo el reloj que marca las 11:45. Solo quince minutos para recibir un año nuevo.

El tamaño del salón es lo suficientemente grande para al menos doscientas personas que estan aquí pasando el tiempo lejos de sus familias, por alguna razón u otra, la mayoría personas con dinero, celebridades y gente del upper east side. Se supone que es una manera de no sentirnos tan solos. Sin embargo, entre todo este mar de gente, nunca me había sentido tan sola.

No se ni siquiera porque acepte. En primer lugar, odio los lugares con mucha gente, sobretodo si estoy sola. Me hacen sentir mareada y con falta de oxígeno. También me hace sentir juzgada. Puedo notar las miradas curiosas de personas que se preguntan porque una chica linda y joven esta tan sola y luciendo miserable. Eso solo los que no sabian quien era. La mayoría sabian que yo era Ana Venedetti, escritora reconocida internacionalmente.

No es que me considere una persona miserable, estoy muy agradecida de las cosas que tengo y  se que soy afortunada por las personas que me acompañan en mi vida.

Solo que no me acompañan hoy.

Me apresuro a tomar otra copa de champagne. Detesto el champagne, pero parece ser lo único bueno para tomar por aquí.

Desde hace un tiempo, la navidad me ha empezado a parecer más nostálgica de lo normal y esta vez no ha sido nada diferente. Parece que con el tiempo, las navidades se vuelven algo  más triste, las viejas tradiciones van cambiando y aunque algunas personas siguen teniendo las esperanzas y el deseo de compartir de siempre, la mayoría parece sentirse diferente. A veces supongo que es porque, al crecer, la magia se va conviertiendo en realidad y es dificil acostumbrarse a eso. Cuando estamos pequeños, la navidad significa regalos, jugar en la nieve y ver a familiares que extrañamos. Al crecer nuestros pensamientos van cambiando y nos damos cuenta que la navidad es otra manera de recordarte que el tiempo pasa y que te estas quedando sin el, al igual que las personas se van, dejando tan solo recuerdos de tiempos mejores. Navidad se convierte en esa época de recuerdos que deseariamos y tenemos la esperanza de recuperar. Y por lo tanto es nostálgica.

-¡Ana! Vamos, ya casi son las doce. – Mi amiga Ashley me toma del brazo, llevandome con el resto de las personas que se preparan para el ultimo brindis del año. Otra vez, tomo una nueva copa de champagne.

Me recuerdo que si Jules estuviera aquí, me estaría regañando por beber tanto, así que me abstengo de beber hasta que sean las doce. Maldita sea, lo extraño tanto.

Siempre he sabido que las relaciones a distancia no son nada fácil y sin embargo, había aceptado estar en una. Había conocido a Jules durante una de mis firmas de libros. Cuando llego aún no había comenzado y yo me dedicaba a calmar mis nervios escondiendome en las estanterias. Al verlo intente pasar de él pero se me había hecho imposible, desde el primer momento había quedado atrapada. Por supuesto, el fue el primero en hablar. Entre Haruki Murakami, Victor Hugo y Oscar Wilde; el tiempo paso sin que alguno lo notara. Él nunca menciono reconocerme y yo tampoco me moleste en decirle que, de hecho, sabía que estaba hablando con uno de los mejores musicos de nuestra época. El tiempo paso y entre muchas llamadas de Skype y viajes intermitentes, decidimos que no funcionabamos como solo amigos.

Finalmente, solo faltan diez segundos para el fin de año y todas las personas a mi alrededor empiezan una cuenta regresiva. A pesar de que nunca participo en la cuenta regresiva, nunca puedo evitar sonreír al ver la felicidad de los demás, es algo contagioso.

-3… 2… 1… ¡Feliz año!

Las copas chocan y el champagne se derrama en todas partes. Choco mi copa con la de los demás e incluso abrazo a algunas de ellas. Ashley esta muy ocupada besando a su novio, así que decido felicitarla luego, no queriendo interrumpir ese momento. Casi al instante mi teléfono empieza a sonar.

Salgo del salón y contesto. Es mi madre.

-¡Feliz año cariño!

-¡Mamá!

-Te extraño mucho, cariño, no sabes cuanto. Desearía que estuvieras aquí, todos han estado preguntando por ti, incluso tu hermano parece extrañarte.

-Lo sé, y también lo hago. Realmente desearía estar allá.

-Mi único deseo es que este año podemos verte un  poco más. Espero que este año te vaya muy bien y tengas salud y felicidad – Mi madre parece al borde del llanto mientras pronuncia esas palabras.

-Gracias mamá, te amo.

Por un momento ella duda en que decir, quedándose sorprendida porque fui capaz de decir eso. Yo me dedicaba a escribir cosas, no a decirlas. -Yo también te amo, Adiós linda.

-Adios mamá. – Cancelo la llamada con un suspiro.

Pretendo regresar a la fiesta pero soy incapaz de hacerlo al subir la mirada y encontrarme con la cosa más inesperada de todas.

Jules se ve un poco agitado, como si hubiera llegado corriendo desde el aeropuerto y pensándolo un poco, quizás si lo hizo. Nunca se sabe con él. Me quedo helada mirando a mi novio, incapaz de pronunciar una palabra. De a poco, las emociones del día y de todos los demás días que he tenido que pasar sola se empiezan a juntar y termino por llevarme una mano a la boca, con lágrimas saliendo de mis ojos.

Al ver mi reacción, Jules se apresura por llegar a mi lado y envolverme en un abrazo. A este punto mis lágrimas dejan de ser silenciosas para convertirse en verdaderos sollozos. Por Dios, Ana, deja de ser tan llorica, me digo a mi misma. Pero al mismo tiempo no me importa Es Jules, después de todo. Jules, la única persona que es capaz de hacerme sentir tantas cosas a la vez, todo el tiempo.

Él espera con todo la paciencia del mundo a que me calme, susurrando algunas cosas a mi oído que se escuchan como «Esta bien.» «Todo esta bien, ahora estoy contigo.»  Cuando por fin lo hago, me aparto un poco para mirarlo a los ojos.

-No puedo creer que estés aquí.

El me ciega con una de sus sonrisas antes de decirme inocentemente: -Feliz año nuevo, amor.

-Feliz año a ti. – Le digo y por fin soy capaz de sonreír abiertamente.

-Intente vestirme un poco más adecuadamente pero solo traje lo primero que conseguí. – Dijo señalando su pantalón y camisa de vestir algo arrugada. – Me siento como tonto al verte vestida así. Te ves hermosa.

No es que creo que mi vestido negro sea algo especial, pero sus palabras hacen que mi corazón se acelere un poco más.

-Estas perfecto. – Me inclino otra vez para abrazarlo fuertemente e inspiro el aroma que tanto extrañe. – Te amo mucho, Jules.

-Yo también te amo. – Me toma la cara con ambas manos y me da un suave beso en los labios. Cuando intenta apartarse lo tomo del cuello para besarle más profundamente a lo que el responde sonriendo sobre mis labios.

Cuando nos separamos, sus manos pasan de mi cara a mis manos y les da un ligero apretón.

-Vamos a casa. – Me dice, a lo que yo acepto alegremente.

La navidad, aunque nos recuerda el paso del tiempo, también nos recuerda que con la finalización de cada año llegan nuevas oportunidades para lograr nuestras metas y encontrar la felicidad que tanto deseamos. Que así como las personas se van y nos dejan para siempre, llegarán nuevas que traerán el sentido a nuestra vida. A pesar de mi deseo de volver a revivir las navidades de épocas pasadas, mientras estrecho fuertemente la mano de la persona que esta a mi lado, no puedo evitar pensar en un futuro con nuevas tradiciones y recuerdos aún mejores junto a una persona que es capaz de viajar a ultimo minuto solo para verme.

Y después de mucho tiempo, vuelvo a sentir esperanza.

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