Tengo el corazón vacío y mis pies están sobre un piso frío, la ausencia ha tomado el control de mi casa y la pena arrasa,
Voy de prisa y entro a una habitación en donde imparte de juez la melancolía y los testigos mis recuerdos.
No visto bien para la ocasión, pero si, para el estado de mi mente y corazón
No hay quien me levante, mis pies ya están hundidos entre el lodo de mis pensamientos,
Veo una luz, pero esta distante, tal vez si miro más de cerca ya no esté distante y divise lo que para mí es importante.
La Cuerda De La Vida
Estoy sobre una frágil rama que en momentos destroza mi cuerpo y mi nariz alcanza a oler la fragancia de esa esperanza arraigada,
Oh! bendita ramilla que sostiene mis manos frías mojadas por la bruma espesa.
El crujir de la rama me hace apartar la mirada y me hace pasar por alto la esperanza acomodada,
Pajarillo escurridizo que descansa sobre mi rama, no me dejes caer en este acantilado, déjame tallar esa llanura mezquina en estos tiempos,
Oh! bendita rama.
La Pintura, Una Bella Poesia

del pincel a la pluma muy
enamorado.
Soy un ser apasionado
que escucho, respiro y creo.
No necesito que me llamen poeta,
para alcanzar una meta,
con mil formas
y un grito lleno de normas
Soy un ser apasionado,
que le gusta dibujar el atardecer,
con pluma, pincel y papel.
Busco la manera de no enloquecer,
pero si embellecer.
Busco un lugar,
para poderme inspirar.
Miro el sol, miro el mar
y me siento a proclamar,
con pequeños detalles.
Describo lo que veo
desde la pequeña flor,
hasta el profundo azul del mar.
Miro mi mano y me pongo a llorar,
mis pestañas mojadas
y mi papel arrugado,
me ayuda a proclamar mas.
Ausente
Barton era un niño de diez años, delgado, cabello rubio y de ojos azules. La mayor parte del tiempo lo pasaba en su habitación; era grande, tenía dos grandes ventanas y un balcón, las pared, las paredes estaban pintadas de azul y el techo de color blanco. En una de las paredes tenía dos grandes estantes, uno lleno de juguetes como; robots, superhéroes y carros. El otro estante estaba lleno de todos los trofeos que había ganado en las competencias de karate, natación y fútbol. En la pared opuesta estaba un clóset negro, una cómoda blanca y un pequeño escritorio donde hacia la tarea. En medio del cuarto estaba la cama y enfrente (a lado de la puerta de entrada) una televisión y un mueble con una consola de videojuegos.
Sus padres eran abogados de un importante bufete, por eso siempre estaban muy ocupados. Para compensar su ausencia, habían inscripto a Barton en la mejor escuela de la ciudad, en tres clubs deportivos y le compraban todos los juguetes que quisiera.
Pero aunque tenía todas esas comodidades, Barton se sentía solo. Todos los días eran iguales, cuando se levantaba sus padres ya se habían ido, así que desayunaba y asistía a la escuela. Después de clases, se dirigía a uno de los club deportivos. Cuándo estaba en casa, se encerraba en su cuarto y veía televisión o jugaba videojuegos. Los fines de semana eran peor, sus padres seguían ocupados y los clubs se encontraban cerrados, así que no salía de su cuarto. Un día, Barton decidió ir a dar un paseo al bosque. Sus amigos le habían platicado sobre los paseos que hacían con sus familias, pero él no había podido ir con sus padres. Así que ese día se animó a conocer el bosque aunque sus padres no fueran con él. El día terminó y Barton no regresó a casa. Los días pasaron y sus padres no se habían percatado de su ausencia. Hasta que el director de la escuela llamó a su padre. Barton no había asistido dos días a clases.
Sus padres avisaron a la policía. Un vecino dijo que la última vez que lo había visto fue el sábado por la mañana y que iba en dirección al bosque. La búsqueda se realizó por tierra y por aire. Veinticuatro horas después encontraron el cuerpo de Barton en el río. La autopsia reveló que tenía ocho horas de muerto. Las autoridades concluyeron que se perdió y al tratar de cruzar el río, la corriente se lo llevó.
Todos los derechos reservados
Ausente by Pedro Zavaleta Flores is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
¿LO LOGRARÉ YO?
¿LO LOGRARÉ YO?
¿Se sentirá, la naturaleza; orgullosa de haber creado las flores. Se sentirá, orgulloso Dios; de haber creado al hombre. Me Sentiré, orgulloso yo; de haber creado esta rama de lis o de lirio que se aferra y se teje como bejuco a este tronco solitario? ¿Que habría sido de mí sin el aroma, el amor y los abrazos de esta hermosa y delicada flor?. Sin embargo, ¡Oh Dios! ¿No estará ella en este mundo tan sola como yo? ¡Oh, dolor!; aveces, aveces siento la música de su voz perder toda afinación, y su pequeño y frágil cuerpo, estremecerse en una trémula y palpitante agitación. ¡Oh!, miseria glacial, derrámate toda sobre mí. Y que se pudran todas las bebidas alcohólicas de este mundo. Las flores de estos tiempos se marchitan, el alma de los hombres se corrompe, el verdadero orgullo; la verdadera gloria de un creador, está en que el alma de su obra no se corrompa. Esto, no lo ha logrado la naturaleza, no lo ha logrado Dios, ¿acaso, lo lograré yo?

Debe estar conectado para enviar un comentario.