¡Habla Mamá!

¡Habla mamá!

Si te callas,

creeré que

soy perfecta y correcta.

¡Habla mamá!

aquí y ahora.

Pronto creceré

y ya no podrè escucharte.

¡Habla mamá!

Por favor, lee mis emociones

y ayúdame a aceptarlas.

¡Habla mamá!

Con un “te amo”

de cuando en cuando,

me alegras el día, la semana

y la vida entera.

¡Habla mamá!

Para que cuando

yo sea grande,

pueda expresarme libremente

en el pensar, sentir y hacer.

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COLORIDO Y OPACO

Quisiese mostrarte desde mi pensamiento más vago hasta el más profundo, llevarte por mi verdadero ser: colorido y opaco.

Días llenos de sol con un cielo azul estrambótico y a la par días opacos con un cielo gris mortecino.

Colores y opacidad nos componen como seres. Cuando el atardecer llegue y la nostalgia me embriague, si tu compañía es genuina lo sabré, lo reconoceré enseguida porque tu calidez proliferará en mí.

Autora: Gabriela Valencia

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Extrañándote

Hoy, he vuelto a llorar.

 Demasiado tiempo lejos de ti.

Me asomo a la ventana. Veo bandadas de pájaros volando a gran altura.

Todo parece gris. El día, las cosas ¡Todo deja de tener sentido excepto tú!

¿Que dura realidad nos mantiene alejados; mientras el frío se apodera de mi cama y de mi cuerpo?

Mi mente va colapsando poco a poco.

 La inseguridad y las dudas me acosan.

 Me hago preguntas y las desecho ¡Porque mi amor, es más grande que la duda!

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Desesperanza

Miro como las horas pasan. Ya no sé si de tanto amar me ha quedado el alma seca.

 Desde el piso catorce miro la ciudad. Las luces de neón brillan en la distancia y no recuerdo la primera vez que mis lágrimas hicieran agujeros en la nieve.

¡No recuerdo mi última decepción!

Solo recuerdo besos borrosos, abrazos, caricias que no sé si fueron buenas.

¡Los nombres de lo oscuro de mi vida!

¡Esos nombres, no son muchos! Pero deambulan, como una tonelada de dolor en mi cerebro.

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Amor Perdido

¡Escúchame Amor lejano e intangible!

 No importa cuánto tiempo caminé buscándote.

Ni cuantas veces me sentí feliz. Creyendo que al fin te había encontrado.

 En tu camino me quedé sin fuerzas.

 Gastando demasiadas lágrimas y recibiendo escasas alegrías.

 Hoy vi mi primer cabello blanco y me pregunto.

¿Que haré?

El tiempo me manda un ultimátum.

  ¡No conozco la felicidad!

Me he sentado a pensar en los días más alegres de mi vida.

 y sólo recuerdo la sonrisa de mi madre.                                                                        

No eres perfecto ¡Te hace perfecto mi capacidad de perdonar y amarte sin medidas!

 No naciste sublime ¡Te hace sublime el sacrificio que soy capaz de hacer por ti!

Quizás has estado ahí; toda la vida. ¡Esperándome!

Y no había abierto los ojos del alma para verte.

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