Si yo fuera a morir
no sabría decidir:
Si ser un ángel para cuidarte
o reencarnar para volver amarte
Sueno Imposible De Olvidar
Tal vez todo sea un sueño y cuando despierte ya no me dices “te quiero”.
Será una tristeza siendo un sueño, pero si lo es quiero tener el sueño eterno.
No me hagan esto quiero un amor sincero de la vida real donde nuestro amor se haga realidad.
Amor mío acércate y te enseñare amar que no sea un sueño, que sea de la vida real.
Dejame Que Yo Se
Dejame que te cuide,
que te sobreproteja
que te complazca en todo.
Dejame decir y repetir
lo mismo una y mil veces
Adiós
Si tuviera otra oportunidad para decirte adiós,
sería diferente a la de aquella noche fría y lluviosa.
Te abrazaría fuerte y te diría todo lo que vales,
significas, sos y serás para mi aunque
ya no seamos dos, nunca más.
Y que siempre tendré buenos recuerdos de vos,
porque vos sos bueno y que no hiciste nada malo.
Que las culpas están durmiendo así que mejor no despertarlas,
que no son tuyas, que yo tampoco las quiero.
Cosas Del Maestro Ernesto…
Los pueblos chicos son familias grandes… En Batoví, en aquel entonces con poco más de cuatro mil almas, todos se conocían. Bueno, se conocían en los aspectos que más destacan a un vecino, o sea en los aspectos que hacen a las risas, al disgusto, a la ironía, al mal… En lo mucho de negativo que un ser humano pueda poseer y en lo poco bueno que pueda sembrar en este mundo. Cuando los más viejos visitan Batoví para encontrarse aún con algún sobreviviente de mediados del siglo pasado todavía pueden, arañando recuerdos, traer imágenes vívidas de épocas agonizantes pero no muertas. Es como si las calles ahora asfaltadas volvieran a su balasto polvoriento en verano y barroso en invierno, como si muchas casas hoy abandonadas cobraran vida y floreciesen nuevamente los malvones y los jazmines… Volviésen los gritos del lechero, del vendedor de diario o la llegada de la ONDA.
Debe estar conectado para enviar un comentario.