Hoy les vengo a contar
sobre algo que me hace llorar
se trata de la muerte de un ser querido

Miro hacia el cielo
y me puedo percatar
que siempre vas a estar
para no desfallecer.

Un 29 de octubre
te fuiste sin saber
el vacío que tu ausencia
en nosotros crearía.

Han pasado más de 7 meses
y no puedo olvidar,
hacen falta tus palabras
y tu alegría singular.

No te podemos negar
el dolor del corazón,
cuando te voy a visitar
lágrimas corren sin cesar.

Nadie esperaba tu partida
y a veces me pregunto
¿Cómo serían nuestras vidas
si estuvieras con nosotros?

Va pasando el tiempo y cada vez duele más saber que ya no estás con nosotros, eras esa persona que mantenía mucho más la unión en la familia, te extraño tanto.

Hoy no sé qué escribir, me levanté pensando en ti, esperando un mensaje de esos donde buscabas mi atención en las madrugadas y donde mi reloj humano cual extraño evento, despertaba a esas 2 o 3 de la madrugada solo para ver con que mágica curiosidad aparecías de la nada.

No puedo negar que extraño que estés ahí, riéndote de mis malos chistes que más que chistes realmente eran un humor bastante malo para sacarte carcajadas.

Realmente te extraño y espero no leas esto, así no tendré que aferrarme a mi chulería y hacer una frase como » Ahhh ¿Pero tú no me extrañas?» Para no admitir bajo mi sensibilidad frágil, que muero por escucharte una vez más.

Igual sé que no pasará, sé que no vendrás a mí, sé que realmente he de afrontar este camino sin escuchar tu risa ruidosa y cálida cada vez que decía algo tonto, que raramente era casi siempre. Sé que estas lejos ahora, al menos lejos de mí y de nuestros instantes juntos que tanto felices como trágicos, son memorables ¿Recuerdas «It hurts to love you, But I still love you”? Hmmm…

Pero…Suena el despertador, 5 a.m., sin tu mensaje, sin tu risa, sin ti… sin mí, si nada más. Sólo eso, un día más.