Todo comenzó una primavera del año dos mil
catorce, él con tan solo dieciocho años de edad, y ella con catorces años, si
la diferencia de edades era un poquito notable, pero en el amor nunca hay
fronteras, no importa el tamaño, el color o la edad, cuando uno conoce lo que
es enamorarse con el alma, fue una mañana de esa primavera que él estaba parado
en la avenida de su casa, observando a las personas pasar y conversando con un
amigo de la infancia, fue en esa misma avenida a esa misma hora que el pudo
notar la fragancia de una chica pequeña con una hermosa cadera, nunca había
sentido eso antes el ver de esa forma a una chica, admirarla y contemplarla, eh
ahí noto que ella lo observaba al cruzar sus miradas por unos minutos, pudo
notar tantas cosas y como su estomago se estremecía en el profundo habita de un
oso hambriento, hambriento de un amor, y dejándose posar en el naufragio de
esos hermosos ojos, que brillaban como la luz de un pilar queriendo volver a darle
su horizonte….
El nunca lo dijo, a nadie, ni
a sus amigo, pero yo era el único en saberlo.
“pude notarlo, en esos
hermosos ojos, al perderme un rato en su mirada, note, un universo más profundo
de lo que creemos todos- exclamo él con una sonrisa tierna de medio lado y los
ojos brillosos al hablar de ella- observe el cosmos que lleva dentro de sus
pupilas, lo adictivo que son esos ojos café amargo, que a mí me dejaron loco,
mi querido amigo, esos ojos llevan un universo dentro y misterioso que solo yo
quería tomarme el riesgo de conocerlo”
El era así de esa forma, un
romántico empedernido, la amaba con su alma, al pasar la semana de esa
primavera, no la había vuelto haber, me comento que pregunto por ella, a varios
amigos que estudiaban en la secundaria donde ella iba, la detallaba cada día
como era, hasta que al pasar tres días de búsqueda se agoto, y no continuo, el era ayudante de su padre en
un taller en su casa y estudiaba todas las mañana en la universidad…
A las semana llegando de la
universidad pudo notar unas chicas reunidas en una subida de su avenida, ese día
se acerco y tomo el privilegio de preguntarle su nombre, ella lo miro sonrió y
a susurros dijo como se llamaba, el, la miro por un minuto luego se marcho,
todo lo que hacia la recordaba a ella, el era poeta no a la luz pero le gustaba
escribir poemas, y esa noche que sabia su nombre, escribió un poema dedicado a
ella, a los días, un jueves tuvo el privilegio de escribirle por redes
sociales, el me comento al hablarme de eso, que él era muy tímido a veces y la
primera vez que debatieron una conversación fue, por redes sociales, una
conversación muy normal, el *como estas?* qué edad tienes* ese tipo de temas,
ella lograba ser un poco seca, pero el sonriendo me dijo, “sabes ella era así solo
para esconder lo que sentía por mí en realidad, le temía a algo que todos les
temen y que toda mujer soñadora y lectora le teme, y es, a enamorarse de un
chico que la engañen porque las posibilidades en esta generación eran un
noventa por ciento, dado el caso que yo no era así- me dijo él con una
carcajada- yo realmente estaba o digamos, estoy enamorado de esa chica y no
tenía la mayor duda de que quería darle todo”.
A la semana de ese día de
conversación, paso el primer día en verse, algunas sonrisas, una conversación
de más de una hora, ella con poca edad, el sentía que hablaba con alguien de su
edad su madurez según él, sobre pasaba lo que era una persona normal, a lo
mejor era la lectura, porque la chica era una lectora viciosa sobre los libros,
y a él le gustaba eso, lo intelectual de la chica, el era tan compositor,
poeta, amante de la música, a tener pocas semanas de ya hablarse y escribirse
mutuamente, el ya había dedicado una canción, la primera canción que resumía
todo lo que ella era, y lo que había sentido el primer día en verla…
Luego de pasar el mes el ya
había dedicado dos canciones, era muy romántico, cuando se trataba de ella, al
resto era tan seco, frio era muy diferente, hasta con su mama, no era de
demostrar mucho al parecer ella le saco su parte más sensible, pasaron más de
cuatro meses, y tuvieron su primer beso, en el jardín de su casa estaban
sentados hablando de lo de siempre, como le había ido o como estuvo el día de
él en la universidad, todo era normal, pero no dejaban de observarse, mirar sus
ojos, los dos mutuamente se miraban la silueta de sus labios, pero él no daba
el paso por temor a que ella lo rechazara o pensara que era un lanzado, pero en
una pausa de unos 2 minutos..
Ella sonrió – ven acá – le susurro mientras
acerco su labio a el de él y comenzó la faena de un beso latente, de un termino
de unos diez o cinco minutos…
El termino del beso y el
tiempo que duro no puedo dártelo exacto – le exclamo él con una pequeña sonrisa
mientras continuaba –si yo había besado a otras chicas mas, pero, ese beso, me
hizo perder la noción del tiempo de saber qué edad tenía yo, o si era un ángel
dándome de su amor, mi primer beso fue una tontería fue por reto y ningún otro
beso me hizo sentir como me hizo sentir ese beso en mi jardín en ese atardecer,
fue un beso agonizante que hizo revivirme más de una vez, y para mi ese fue mi
primer beso que toco mi alma…
Ya ella se había marchado y
el estaba en su cama observando el techo, se daba cuenta que no paraba de oír
la canción y recordar ese beso, un beso que lo hizo pensar en un noviazgo, no
para siempre, pero si para estar a su lado disfrutar lo que podía de su
compañía…
Ellos se podían ver solo una
vez por semana, por lo ocupado que estaban y a veces no lograban estar cerca,
el tenia mas amistades y a veces salía, tenía un mejor amigo, que él ya sabía
de la chica, me comento que él, le tocaba ir a una fiesta con ese amigo de una
amiga de él, y ellos llevaban tres meses sin buscarse, porque los dos lo mataba
el orgullo aunque existiera ese amor, los dos tenían un orgullo difícil, la
noche antes de la fiesta, ella le escribió le pregunto qué, que haría, él le
comento y ella cambio su estado a un poco seria, digamos que un poco de celos
por la idea, y hubo una discusión de intermedio que ella la inicio, de ahí al
día siguiente ella escribo en la mañana disculpándose, pero a él le molestaba
que ella fuera de esa forma el de verdad quería intentar algo serio, algo
bonito, y ella seguí seria y distante demostrándole que no quería nada, eso lo
ponía a él muy dudoso de pensar si realmente quería o no, muchas veces pensó en
marcharse y dejar las cosas así, pero nunca lo hizo…
Paso la semana luego de ese
problema y el la busco, con la intención de verla y hablar de nuevo, el aunque
ella era así no lograba dejarla volar, no podía permitirse dejar que pase eso,
seguían viéndose, con la misma intensidad del primer día buscándose mutuamente,
de ese tiempo transcurrido ya existía un “te quiero” sincero de entre medio, un
“tonto/a” como gesto de cariño porque sentía que un “amor” era muy pronto, ellos
querían ser diferente a los demás y por eso no había un “buenos días, amor” si
no un “buenos días, tonta” de hay surgía la confianza y el amor que avivo esa
llama entre los dos, a los primeros meses solo textos nunca se llamaron porque
a ella le daba un poco de pena, su relación vino a florecer al año, un cinco de
febrero, con un “sí, acepto, ser tu novia que estemos juntos” la expresión que
pude notar a él diciéndome eso y sonriendo, es inexplicable difícil de expresar…
Pero a las semanas ella se noto
rara como distante, el no quería buscarla porque era demasiado orgulloso para
eso, tomo la decisión un día de esperarla fuera de su casa en la avenida, a la
puerta de su hogar, ella paso no volteo a verlo, pero él la llamo, ella se
acerco y comenzaron a conversar de su distancia que porque estaba tomando
actitud tan rada y la respuesta de ella era un “no se”…
Me sentí tan vacio ese día al
ver su forma de tratarme, ella en persona nunca había tomado esa aptitud, era
muy diferente a la chica que me gusto – me explicaba el- en ese entonces yo era
un niño, que se me hacia complicado entender lo que le sucedía, no sé si era
rasgos de inmadurez o que era, pero eso a mí me afectaba y mucho me hacía
sentir tan necio, tan fastidioso, hasta tan inmaduro por no saber qué hacer…
La acompaño hasta la parada
que queda a unas 5 cuadras de su casa, en el camino nadie converso ni dijo nada
sobre lo acontecido, pero él no dejaba de mirarla y pensar “¿qué hice?, ¿porque
su aptitud?, a lo mejor ya no siente nada por mi”, la mente y su subconsciente
no lo dejaban pensar bien, ella tomo el taxi a su casa, sin mirarlo o comentar
algo o algún gesto….
Al regresar a su casa decaído
con su mente lleno de incógnitas, y frustración, al entrar en su habitación
tomo un cuaderno de poesías que tenía en su pie de la cama y lo tiro a la
pared, y comenzó a golpear la pared con desesperación por no saber que tenia
ella.
Llego la noche, acostado en
su cama comenzó a escribir un tema desahogándose para satisfacer el deseo que
le escribiera pero ella no lo hacía, y el no el menos, porque en realidad el no
había fallado lo había hecho ella…
Ese día… comprendí lo que
muchos poetas o personas decían – comentaba el a mirarme y cruzar las piernas –
aprendí a conversar con la luna esperando en toda la semana que ella volviera a
escribirme…
A lo que paso esa semana ella
le escribo a dos días, preguntándole como estaba, así como si nada, el seco y
distante, pero con un corazón desesperado por saber que ella volvió a testearle
y la vez emocionado, realmente la extrañaba y quería hablar con ella, nunca se
había sentido así pero sabía que la quería, el se estaba acostumbrando a esa
actitud de niña que le daba.
Paso el mes y ya era algo más
apegado, se escribían igual de seguido como antes ella estaba cambiada, los “te
quiero” eran muchos más intensos, los besos se notaban que era buenos, el se
sentía un poco mas enamorado aunque dudara de si ella también, porque no
entendía algunas cosas..
Para enero de dos mil quince,
el primer día de ese año nuevo, se cruzaron por mensajes unos “te amo”, lo cual
los dos se sentían muy bien al decirlo y el sintió que se estaba ganando el
corazón de esa chica cada año que culminaba junto a ella, le comento varias
veces de estar juntos hasta en un futuro, aunque fuera una locura, pero eso era
lo que él deseaba, ella comenzó a soltarse más ese día, era más tierna,
romántica algo que nunca había sido porque era muy seria y seca, en ese
entonces comenzó a sacarle su parte más amorosa, algo que sabía que había
comenzado a lograr con éxito…
Enamorarse en estos tiempos
es un misterio, algo muy difícil, porque ya la gente no cree en eso, solo creen
en el físico o el dinero, o solo pasar el rato y experimentar con demás gente,
para el estar enamorado de ella era una emoción increíble, algo inexplicable,
así podía saber que ella no iba a corresponderle o algo por el motivo, pero él
quería seguir ahí, siempre sucedía algún inconveniente él se alejaba por 3
meses o unos mas, ella por orgullo no lo buscaba , hasta que pasa un tiempo y extrañarse
para ellos era tanto que alguno de los dos llamaba, a finales del 2016 hubo un
brecha, y todo callo, creo que tocaron fondo los dos, ella comenzó a ser
diferente y el por decisión y orgullo se distancio, en octubre de ese año, paso
el tiempo el comenzó a conseguir trabajo en diciembre y en el 2017 de enero ya
no sabía nada de ella hasta en febrero que él le escribió felicitándola, porque
ella lo había hecho el año pasado con él..
“recuerdo que ese día al
felicitarla le dije *te felicito porque tu lo hiciste y me enseñaron modales, y
respeto*, pero en realidad no lo hice por ninguna de las dos, si no porque era
mi excusa perfecta para volver a saber de ella, tener un mensaje de ella en mi
teléfono nuevamente, y créeme dentro de esos mensajes se podían encontrar un,
*me haces falta* o *te necesito*, *te amo*, camuflajeado con un *hola* *que tal
tu vida* *que tal tu cumpleaños*, en ese tiempo podía hacerme el duro para que
ella aprendiera que su miedo o alejamiento no la hará cambiar de opinión que
eso seguiríamos buscándonos más desesperadamente, por el motivo de que nos
amábamos y ya”..
Pasaron las semanas se habían
vuelto a buscar ella se encontraba más interesada mas pegada como era antes,
pero en él había otra chica que llego sin darse cuenta, conocida del trabajo
donde él estaba comenzaron escribirse y la chica buscarla más… en marzo se
volvieron a encontrar en la casa de él…
“ese día, marzo lo recuerdo
con mucho amor, llevamos tiempo sin vernos sin estar juntos, ósea engañarnos de
excusas, y que a ver una película alejados mientras en realidad lo que
deseábamos era estar pegados abrazados, besarnos, y de verdad delante de ella
no puedo hacerme el duro y menos si la tengo un pie de distancia, en el sillón
de mi hogar me acerque e intente besarla, vacilo dos veces, pero insistí,
porque ella sabía que a mí me gustaba ganarme los besos, miraba sus ojos color
café hermosos oscuro, veía como a ella su mirada se le bajaba a notarme los
labios por unos segundo luego levantarlo y mirarme, el sonido del televisor,
pero un sonido muy suave así haya tenido mucho volumen se que los dos estábamos
concentrados en solo mirarnos, observándonos, buscando algo que deseábamos, mis
brazos rodeando su espalda, y nuestros labios rozándose a llegar al punto donde
ya no era un roce si no un beso largo intenso, con mis manos en sus nalgas y
ella sentada encima de mí, por cierto un pantalón que detesto, que no me dejaba
tocar como a mí me gustaba meter mis manos en sus preciosas nalgas y sentir el
tacto adecuado y el calor de ellas con mis palmas, un beso intenso que hizo
olvidarnos del tiempo, podíamos llevar una hora en eso, pero para nosotros se
aproximaba a solo un minuto, creo que nos falto tiempo y espacio para poder
continuar, ese día entendí que no necesitaba a mas nadie a mi lado, ¿para qué?,
si ella me hacía sentir tan amado, tan bien, en el punto que con mis veinte
años de edad ya tenía el amor de mi vida en mis brazos y labios, un amor
físico, ni de ratico era, se trataba de un amor tocado desde el alma, que
podíamos unirnos espiritualmente con un beso, donde no era necesario el sexo,
si no el manoseo, eso ya nos daba a entender que hacer el amor, iba a ser
pasearnos por las nubes, agarrar las estrellas, o hasta visitar la luna llena –
me explicaba el mientras sonreía y continuaba contándome como emocionado por
ese día – si podría devolver el tiempo, créeme amigo, que ese sería uno de mis días visitado, ese
día comprendí lo que era realmente estar enamorado de alguien, ese día entendí
que ella podría complementarme completamente”..
Oírlo hablar así de ella me
daba a mí una nostalgia, porque la amaba realmente, era una chica que podía
poner tonto a esa persona, recuerdo que revisaba mucho su teléfono al conversar
conmigo como esperando un mensaje o miraba mucho su reloj, al notar sus
expresiones me daba de cuenta que era un amante de la poesía como lo era yo, un
chico que creía en el amor a la antigua, y que daría su vida realmente por esa
chica…
Pero el seguí todas las
noches invitándome una taza de café o vaso de ron para continuar con el tema
desahogarse, de hecho a veces me invitaba a sus reuniones familiares o con
amigo, por si llegaba el amanecer, el continuar diciendo y comentándome lo que
sentía por ella y lo que le pasaba, extrañaba eso hablarle, me comento que varias
fines de semana que estuvo de fiesta la llamo prendido un poco emocionado por
hablarle, le gustaba hacerlo porque así era aun mas romántico de lo que era,
había pasado fines de semanas que tomaba y no podía saber de ella, le daba como
agarrar el teléfono y llamarla saber de ella pero su orgullo no lo dejaba, me
dio copias de varios poemas que le hizo y me comento que hubo uno que siempre
le recordara a ella..
Me comento que le dedico miles de canciones pero que si era para seleccionar habían cinco importantes para los dos, con una sonrisa de niño, me comento que había llorado tantas noches por ella cosas en que la cometió o el alejamiento que pensó que sería el último le afectaba, pero no se arrepentía, de nada, estaba agradecido por haberla conocido, ella le enseño cosas que otra mujer no lo hubiera hecho y ella lo sabía.
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