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Maleable Crudeza… (Anticuento Dadaísta)

MALEABLE CRUDEZA
(((Anticuento Dadaísta)))

Por el calor de la sombra camina, y ríe,
la primera pesadilla, donde nadie cuenta nada,
ni siquiera un ensueño bajo la lluvia, vende,
en los cuadernos… Los recuerdos abanicando.
¡Si, lo supiera el cepillo!… Todo, todo, y un poco,
la muerte llegaría a un fin dichoso, en su incógnita
viajera, con el humilde rol de las bicicletas en torrentes.
Así, limpiaría de las esferas el reposo de las espuelas,
en la orilla transparente de un grito amarillo, dulce,
y entre la danza araña un gato al ropero somnoliento.

No te contaré lo que mirando esquiva el alto preludio
de las manzanas, y los duraznos lujuriosos en huelga,
y que ya se atreven a esconder las rodillas del gusano,
porque a lo lejos el silencio enrojecido se ha caído.

Por aquello de la cansada sed, que se bebe el heno seco,
y en el follaje temeroso, por la uva, definitiva endeudada.
¡Piénsalo!… Duerme en el otoño sin calles, en calcetines,
donde ni las vitrinas invernales fabrican cementerios,
pues esa noche ya tiene canas, y parece haberse detenido.
Espera un poco, y nada dejaré de contarte, hasta que te
encuentres bien confundido.

¡Mira!… En la cintura puntiaguda del acero tímido,
los árboles han vendido algodón y cobijas.
Pero, no lo cuentes, y mucho menos, lo imagines.
Pues el guijarro absorto ya no camina, y ha dejado
su meditación en las uñas viejas de la ballena enana.
Como verás…Ya canta la irritada tintura en la cocina,
tendida en la brisa del color humedecido, y rugoso,
en un turbado manantial que dibuja almendras.

Pues ese día, como ya te dije, hace unos minutos…
Las orugas fabricaban las escaleras y acordeones,
donde el mismísimo viento lo ha olvidado, muy acuático,
y al pájaro angustiado le niega la almohada, y el
último suspiro, en unas pequeñas tuercas sin rosca.
¡Vaya, si no te lo dijera, se me pasaría por alto!.
Pues las cáscaras del cielo, ruedan con la cabellera negra,
desnudas como el viejo olvido entre las cenizas, cabizbajo,
con los salados hormigueros de flamas frías.

Y tú, tan buen lector, comprensivo, dices que todo lo has disfrutado.
Que la numerosa descendencia de los incomprendidos ya
dejaron a los monstruos de emergencia en las películas
de vaqueros, y las cabras son crueles con los tigres.

Tomando en consideración que llevamos más de 3 horas leyendo ésto, es hora de pensar de que se trata. Y empezar por alejarnos a un lugar apartado, apaciguando las inquietudes de los humos, y dejando
que el frío escape del hielo del desconcierto.
Poner la mente en blanco, e iniciar con la ternura del peregrinaje de aceptar que las terribles cadenas son esclavas del hierro vegetariano. Y nada pueden explicarnos de la excesiva bondad humana con sus semejantes. Por esto, las estatuas tienen la audacia de callarse, y no prestar atención a ningún tipo de anticuento, por muy dadaísta que sea en los escaparates desprevenidos.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
(Tanto del texto como de la imagen)

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Grito Horizontal…(Dadaísmo)

GRITO HORIZONTAL
((( Dadaísmo )))

Corre bajo la tierra sangrante
un olor a silencio de hielo
cerrado al recuerdo
a cualquier hora
del aire temeroso
acuchillando al cuaderno en el árbol azul
el ave de rodillas esconde al canto
contando el sueño de arena
con la seguridad que fuma un alfiler

el hilo cayendo del techo
descansando a la sombra del frasco
en la orilla con nervios
con el sueño perdido en un tapete
dulce clavo hecho de lápices y plumas
por las hojas a los ojos con letras

en las cadenas que usan anteojos
saludando a los canguros saltando las olas
tan lejos como los dátiles en invierno
lloran sus raíces de lámina y hueso
tomados de la mano de la lluvia
en el papel de hacer la tinta verde
por los pliegues del bolsillo
que inflexible llama al vientre diente
entre las flautas de la estepa que tapa
respetando el sabor con el ojo
en las piernas aterciopelando el oído

sin odio ni nudos en las paredes
a modo de campanas con collar
que dejan entrever la sonrisa del carnero
en la neblina ignorada por el coco
saltando los gusanos con su fiebre
en el rincón clausurado con ilusiones literarias
por los humos del futuro arrastrado
el suelo
belicoso
con el pasado
de imposible
renacimiento.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
(Tanto del texto como de la imagen)

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Insulso Disturbio… (Neosurrealista)

INSULSO DISTURBIO
(Neosurrealista)

Dispuesto el futuro desayuna ligero,
pesados pasados al filo del hilo.

Con el hielo que aquilata y comprende.
Porque es el gesto febril drama y comedia.
Porque hace de ello mil parajes y vientos.

Y nada entre la nada. Con nadie al lado.
Escucha las naranjas y las piedras muertas,
los recuerdos que sin remedio arrastran,
el fulgor de las cadenas condenadas.

A veces musgo amenazante.
A veces espigas de alabastro.
A veces comestible cabellera.
A veces alas, espinas y nieblas.

El perfume mordido, combustible punzante,
desnudez furtiva y nuez del humo estéril.
¡Oh, encrucijada dichosa!.
¡Oh, espejo, enemigo insaciable!

Esconde al vano viento el rostro.
Esconde al sueño afín al fin.
Tanta realidad de labios muerta.
Tan inexplicable como excesiva.

En la matanza del polvo altivo,
impasible escuadrón intangible.
Por esa ingenua magnitud ruidosa,
y ruinosa es. La espiga marmórea…

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