Archivo de la etiqueta: milagros. relatos

EL MILAGRO DEL PATIO

 

La casona de buena madera lucía  esbelta y señorial  en una esquina del patio donde se descargaba el café maduro de  amplios salones cielo raso bien confeccionado ahí vivían doña Carmen y don Manuel un matrimonio  que DIOS los había bendecido con  cuatro varones   los patrones le  prestaron la casa  mientras Don Manuel les trabajara en todo lo relacionado con el proceso del café .   Tenían  patos carracos  gallinas vacas y cabras  había mucho espacio para jugar, también estanques llenos de agua  que se usaban para el lavado del café.      Manolito  el hijo mayor le encantaba meterse en el estanque a correr  los patos y  carracos el agua se ponía sucia mucho barro había de ahí  pero   al niño le gustaba correr detrás  de los animales,  contaba con ocho años ya sabía leer y escribir era muy aficionado a la lectura  más si eran libros de cuentos o religiosos.

Un tiempos después empezó con dolores en las piernas no había muchas medicinas lo trataban con remedios caseros, detrás de las corvas le untaban claras de huevo de pato o de carraco así fue pasando el tiempo hasta que sus piernas no lo sostuvieron  y dejó de  caminar  permanecía sentado no habían sillas de ruedas, su padre le hizo una carretilla improvisa pero solo cuando alguien la jalaba podía salir al patio para mirar la naturaleza y los animales.     El muchacho no se desanimaba y cada día leía más y soñaba con todo lo que los libros contaban.

La maestra vivía cerca le daba clase en la casa  ,los patrones lo querían mucho un día le regalaron una caja de lápices de colores y alguna ropa los recibió con mucho cariño  y les agradeció de todo corazón , estaba cerca la navidad don Manuel llevó una gran rama de ciprés para hacer el árbol de navidad comenzaron a sacar bombitas luminosas  lluvias cintas de colores y un sinfín de cosas más ,   Manolito era muy observador estaba muy  contento le había pedido a su padre que lo acercara al árbol

para  participar del arreglo.    Se quedó mirando con curiosidad que las bombitas tenían un huequito por el que le  introducían   un hilo para guindarlas. – Pensó yo puedo hacer lo mismo con las cascaras de huevo solo que no hay que quebrarlos. Habló con su mamá y le pidió ayuda ella muy contenta prometió complacerlo.   La primera pintura que hizo fue el rostro de su madre  le quedó tan bonito que su madre lo animó para que siguiera pintando, también pintó frutas; naranjas manzanas uvas y otras se veían tan natural que algunos deseaban cogerlas para  comer todas colgaban   en la rama.

Cuando no estaba pintando leía  llegó la maestra lo encontró con el libro de la Biblia en la mano  -qué estás leyendo  preguntó?  Ese pasaje  donde dice que Jesús curó! a uno como yo¡  que no podía caminar   ¡verdad que si yo conociera a Jesús también me curaría ¡ la maestra sintió un nudo en su garganta  respiró profundo y exclamó   ¡claro que sí ¡.

Un día Doña Carmen le mostró a la patrona la pintura que le había hecho a ella  ,  a   la Señora le gustó tanto que dijo  – voy a pedirle  que me haga una  a mi ¡

 

Mientras tanto Jorge el hermano menor entró gritando y brincando de alegría porque había cazado unas ardillas cachorritas y las traía como si fueran un preciado trofeo, las alimentaba  con leche y frutas las encerró en una jaula y todos los días les daba una miradita  antes de irse para la escuela.

Al regreso de uno de los tantos viajes a Europa la patrona le compró unas pinturas  y pinceles se las regaló diciéndole Manuelito aquí te traigo esto para que me hagas una pintura de mí  persona : sacando de un bolso un enorme huevo de avestruz   al muchacho se le avisparon los ojos pues nunca había visto un huevo tan grande: ¿  que es un   avestruz?  Preguntó  ya  recuperado de la impresión  ¡ le dijo a su madre que lo colocara con mucho cuidado en un lugar seguro ,donde no lo fueran a quebrar.

Algunas veces la maestra y Doña Carmen platicaban de cosas del  muchacho su madre se lamentaba del trabajo que le costaba  levantarlo  pesaba mucho y cada día estaba más grande me duele la cintura no se  que — va ha ser mí cuando esté más vieja- ,! Hay ¡ no piense en eso decía la maestra DIOS no abandona a nadie tenga fe. ¡Así pero cómo me cuesta!.

En una ocasión Manolito leía  era un poco tarde su madre entró a la habitación le dijo: porqué no te has dormido?  Es qué estoy leyendo lo del paralitico como lo curó  Jesús , ha.. si yo lo pudiera ver   Él me curaría  y se estiraba en su cama sonriedo  ,–¡ si hijo duérmase ya ¡ , ¡buenas noches mi amor¡ salió para ir a desahogar las lágrimas en otra lugar.

Manolito casi terminaba el retrato de la señora una de tantas mañanas salió Doña Carmen a trabajar el muchacho quedó solo en la casa tenía las  pinturas colgando en el árbol ,  procedió a leer nuevamente el pasaje de Jesús ,escuchó  un ruido  en el cielorraso miró a las ardillas correteando y dando saltos a  el árbol como queriendo comer las frutas que había pintado con tanto amor, les grita¡  aléjense de ahí! váyanse pero inútil más saltaban entre las ramas a Monolito le entró  rabia cólera,  sentía que la sangre le hervía en todo su cuerpo  y en un arrebato de desesperación  e  impotencia se fue de bruces contra el árbol llevándose un fuerte golpe en la nariz cayó al suelo mientras de la cumbre del  árbol se desprendía su más preciado tesoro el retrato de la señora,  iba a estrellarse contra el piso cuando dos manos se  extendieron  lo agarraron para que no  cayera al suelo ,  alzó su mirada desde el piso  con la cara enzangrentada  vió al  niño que había realizado tal  proeza , solo atinó a decir gracias  -¿preguntó cómo pudo hacerlo? el niño con una mirada angelical respondió ¿ qué es más fácil apañar la pintura o decirte levántate y camina? Manolito sintió en sus piernas un gran  ardor

Tomó fuerzas  se levantó y con el retrato en sus manos salió corriendo dando gritos  de alegría Mamá ¡ Mamá ¡ puedo caminar su madre  al oír aquellos gritos salió a su encuentro lo abrazó con todo su amor cayó de rodillas dándole gracias a DIOS mientras , la señora muy impresionada vió el retrato que traía el muchacho en sus manos lo  cogió lo miró y muy sonriente exclamó : me pintó igualita.!

Los señores lo enviaron a una de las mejores escuelas de bellas artes donde  estudió,  fue un gran pintor dedicó su vida a pintar y decorar iglesias y en todas pintaba    LA FIGURA DEL    DIVINO NIÑO.

Si te gustó, ¡compártelo!