En una noche solitaria y fría
Busqué mi lecho: para dormir tranquilo
Me fue imposible conciliar el sueño
Sentí de pronto como un alegre trino
Y apareció al instante ante mis ojos
Como un rayo, un esplendor o algo divino
Fue tu imagen la que vi sonriente
La que vino a quedarse aquí conmigo
La que quise estrechar entre mis brazos
La que quise besar y no he podido;
Porque eres sombra, la sombra de mis sueños
De aquel sueño que jama olvido
Porque dejaste tu imagen estampada
En este corazón entristecido
Que buscándote tanto y al no hallarte
No pude resistir mas este olvido
Y pido un favor a las estrellas
Aquellas que alumbraron tu camino
Que si saben el lugar donde te encuentras
Que lleven también a tu recinto
Estas notas de amor enternecido.
Y si eres realidad en mi existencia
Y sientes por mí lo que yo siento
Y se unen para siempre nuestras vidas
Daré gracias a todo el firmamento
Aquel que sostienen las estrellas
Las estrellas que alumbran en las noches
Las sombras que transportan nuestros sueños.
José l. Rincón