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‘Pisa Al Frente’

«Queridos señores queridas señoras
el planeta es muy grande para que sufran a solas, disfruta lo que vives, fortalece a los que lloran, se sincero cuando escribes y busca a los que añoras, si hay seres nuevos en tu entorno
pues un día los exploras para saber que sienten en el fondo y así confiar en quien valora, como ya lo dice el dicho lo bueno se demora, yo al que es malo lo desdicho y quien es bueno te asesora,
la vida es complicada ya que muchos la empeoran cuando deciden ir a malas o cuando el egoísmo les devora, tú intenta ser decente ayuda a quien implora y abre bien la mente para aprender del que mejora, en el mundo hay muchas armas y tú a veces serás una pistola pero nunca uses una bala para dañar a quien te adora.»

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«Ilumina Tu Mente»

«Atento a lo que escribo no te muevas de la silla y si tu atención no la percibo aclárame lo que no pillas, yo no suelo ser furtivo aunque ponga unas comillas solo soy tan efectivo como lo era David Villa, rompe mil zapatos pateando a tus rencillas siete vidas tiene un gato
y la tuya no es sencilla, intenta ir a pie
o anda de puntillas aunque el destino de un revés y te golpee en las costillas, tienes que avanzar desclavar viejas astillas apoyar a quien va mal y ayudar al que acribillan, escucha al que razona oídos sordos a quien chilla y cuando algo esté en tu contra dale vuelta a la tortilla,
al enfermo se mejora con más amor que con pastillas y la existencia es muy bonita si fulminamos pesadillas,
Intenta encontrar luz aunque se fundan las bombillas porque la oscuridad es una cruz si la esperas de rodillas,
el futuro un ataúd, el pasado ya no brilla,
y el presente una virtud para crear tus maravillas.»

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Diccionario

Algunas veces, cuando no entiendo que me dicen o hay una palabra que debo revisar acudo a tus páginas.

Muy sabio es este libro que nos ayuda a entendernos, a él le debemos aclaraciones que arreglan malos entendidos y palabras que adornan hasta el más detestable insulto. Claro que no se usan mucho, casi no se leen las palabras de buena costumbre bajo esa capa de verbos que tienen tus lineas.

Escribo esto para comentarte lo siguiente, veras, creo que debes reformular ciertas cosas que la verdad no están bien.

Primero: no sé qué llamas una mala palabra. Se supone que no deben estar en tus paginas, eso está bien, pero ¿Acaso matar es una buena palabra?, ¿Acaso es algo que debamos aprender todos?.
Además de eso le dedicas una página entera en ese mar de absurdas conjugaciones que llevan igual al acto más horrendo inventado alguna vez, mientras que a “humanidad” o a la “humildad” les dedicas si acaso unas dos o tres líneas, ¿Un ente formador de un idioma no debería enseñar buenas costumbres?.

Has hecho mal señor, pero sé que lo has pagado con páginas llenas de polvo.

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Poético Es Efímero

Es increíblemente paradójico entender que la única temporalidad asociada a lo poético es la fugacidad de una supuesta eternidad. Los romances, las verdaderas historias de almas deshaciéndose, no tienen lugar para los detalles engorrosos de los desgastes que el tiempo produce: la pasión solo alcanza para entender algunos besos, algunos roces de la piel y si es necesario romper la monotonía del contacto, un episodio confuso que termine solucionándose de maneras irreproducibles para una mente lógica, y probablemente repugnantes para cualquiera que apele a tener un vínculo sano. Romeo y Julieta, por ejemplo, una de mas historias de amor más emblemática de todos los tiempos. Jovencitos con las hormonas alborotadas se enamoran y, pese a un pronóstico poco favorable, logran concretar encuentros en los que se dicen ese amor, una y otra vez. Se dicen, si, decirse, el arte que se perfecciona en los primeros momentos, cuando uno entiende en la mirada del otro el deseo desesperado por cumplir cada una de las promesas que hace. Pero cuando podían llegar a dar un paso hacia esas promesas, dar un salto más allá del decir, los personajes eligen una sola acción drástica: morir uno junto al otro, inmortalizando así su historia como el relato de un amor breve pero intenso y sincero. En la común interpretación, la muerte de ambos personas debería ser un recurso para agregar tragedia al marco de un amor prohibido que al concretarse los hace perecer, no se entiende bien si a modo de castigo o simplemente como una carcajada cargada de infortunio, una jugada cómica del destino riéndose de los amantes que intentan tocar el cielo con los manos y terminan coqueteando con el infierno más profundo. Yo creo que existe una perfecta razón para que Romeo y Julieta murieran luego de algunos besos, cuando todavía Romeo entendía, lejos de cualquier pensamiento coherente, que vivir sin Julieta era algo que carecía de sentido. Vivieron sus últimos momentos profundamente enamorados, y murieron sumergidos en ese mismo sentimiento, hermoso e incorruptible. Que iba a suceder si esto no pasaba? Iban a continuar una vida de pasiones desenfrenadas, de decirse tantas cosas, de adrenalina pura propia de ese culto a la irracionalidad? Lo más probable es que, pasados unos años y según las circunstancias, Romeo tuviera que pensar varias veces antes de morir por no soportar la ausencia de su amada. Esto, claro está, si seguían juntos, si no descubrían pasados los dos que tenían diferencias irreconciliables que no querían (sin siquiera considerar las posibilidades) intentar solucionar. En caso de continuar juntos, lo más probable es que Romeo no decidiera sacrificar los instantes que aún le pertenecían solo por ser víctima del dolor, sino que, aún cuando esta posibilidad pueda contemplarse, se prestara a sufrir terriblemente, cargando un duelo insoportable, tal vez llevando el dolor de maneras que a otros le parezcan imprudentes. Pero la realidad es que lo drástico de aquella escena, de la total pérdida de la razón, es propio de la fugacidad: nadie permanece (o debería permanecer) tan inmune a la muerte y a la vida, tan presa del otro, más allá de los primeros encantos. E incluso hay instancias mucho más reproducibles a nuestros ojos que la muerte que hablarían de todo menos de versos, de amor, o de algo que se le parezca al cariño. Romeo nunca notó las contradicciones de Julieta e intentó desentrañarlas, decepcionado, para después darse cuenta que le fascinaba su complejidad. Julieta no intentó descifrar si Romeo mentía, si reía genuinamente, si valía le pena cuando la hacía llorar un par de veces pero después entendía las cosas mejor que nadie. Romeo no se enojó por una insignificancia y sintió que nada valía la pena. Julieta no malinterpretó una palabra de Romeo y lo dejó hablando solo, enojado, lejos de una reconciliación. Romeo y Julieta se encontraron, vencieron las rivalidades, se dijeron algunas cosas y una vez lejos de todo comienzo, se fueron. Nunca se conocieron, nunca se miraron en sus peores circunstancias pensando si la persona que tenían enfrente era efectivamente algo, al menos un esbozo, de esa que hacía tiempo les quitaba el sueño, para acto seguido darse cuenta que quizás no, que querían irse, que no estaban donde tenían que estar. O para darse cuenta que no, pero que tenían enfrente algo mucho mejor y más real. Todos los felices para siempre esconden una cantidad de circunstancias que hablarían de lo obvio, lo mundano, lo que nadie quiere escuchar: conocer a alguien y mirarlo sintiendo que no necesitas nada más no es el fin de ninguna historia, no es el esbozo de un camino perfecto, sino una sensación efímera que no sirve más que para acercarnos a alguien que tenemos que conocer, arriesgándonos a que lo más parecido a un “para siempre” que tenga para ofrecernos sean algunos días de palabras dulces y buenos deseos compartidos.
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Amiga, Confidente, Amante Y Alma Gemela.

Y es que podrías decirme doble cara,
o en su caso más acertado, darme por un mentiroso;
pero sea impresa la verdad aunque sea de lo más casual y rara,
que no importa si a tu criterio parece de mentiras un enorme pozo.

Resulta que a tu tierno pero lastimado corazón di una máscara,
una armadura para protegerte a ti de las vilezas del hombre odioso.
Porque no trata de una promesa, sino lo que la actuación aclara,
en éste caso del amor de que el mundo ha sido envidioso.

A tu dulce y cálida alma extraño sin mesura,
pero al respecto yo trato de ser silencioso.
Y lo hago para no destruir tan tamaña lindura,
misma que construiste en tu matrimonio tan exitoso.

Mis ojos ven con agrado que la felicidad tu espíritu, elegante lucirá,
mientras mi esencia me grita que por ti pelee, y no deje mi lado insidioso;
que a tu lado me puede regresar sin importar que tu unión en fuego arderá.
Eso claro, si lo permito, porque otro lado de mí dice que te deje: que fastidioso.

Pero el recuerdo está presente y constantemente a mi triste vida atormenta,
así que por eso le pido a Dios que de mi cuerpo arranque aquel gran sospechoso;
el soplo de vida que me otorgó y que en vano a mí ser desde hace tiempo agrega.
No fue el quién se equivocó, al ponerme de pie en este mundo duro y rocoso.

Sino yo, que nunca supe como valorar es inconmensurable dulzura,
que me dabas en cada te amo al atardecer o en el tiempo dichoso,
Ojalá y puedas perdonarme porque mi mente no lo logrará;
Pide, por favor, que mi alma de descanso tenga gozo.

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Amiga, confidente, amante y alma gemela. by Leonel Ortiz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

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