Una tarde más en el colegio, una tarde más común y corriente en la primera clase de la jornada. Pero algo no está bien en mí, siento algo raro, me siento distraído sin ánimos de estudiar. No era algo raro en mí, ni en esa clase, ya que era la clase de español y aquella profesora se había ganado una famita de aburridora, pero bueno eso no entra al caso.
Siendo la una en punto (1:00 pm). La profesora se acerca a nosotros como es de costumbre cuando se trabaja en grupo en su clase. Al ella acercarse a nosotros y sentarse a nuestro lado, más exactamente a mi derecha, ella noto que algo me acongojaba, bueno no estaba prestando atención y no estaba aportando ideas a la clase y eso era más que obvio. La profe me pregunto qué me pasaba pero le respondí con evasivas y tras ella insistir le dije que sentía algo raro que no me podía concentrar en la clase, que eso que sentía era como si algo malo le estuviese pasando a alguien muy cercano a mí, de repente me di cuenta que ella no se encontraba presente en el salón, me pare y pregunte a una de sus grandes amigas por ella, le pregunte que si sabía algo de ella si la había llamado, o ella le había contactado, y recibiendo una respuesta negativa por su lado la preocupación se acelero en mi.
Recuerdos.
En ese momento los recuerdos se esparcieron por mi mente. Yo la conocía desde antes pero solo se me vino a la mente esa tarde cuando todo empezó. Me dirigía a la casa de unos primos y ya casi por llegar me la encontré sentada en el andén en frente de la casa en la que ella vivía. La vi y su expresión daba a entender una gran tristeza.
De repente me sentí mal como si estuviera olvidando algo importante y aunque intentaba recordar que era, no lo lograba. Al sentarme quise escuchar música para tranquilizarme pero encontré que el celular se encontraba apagado y al en encenderlo llego un mensaje el cual decía que me habían llamado cinco veces de un mismo numero el cual pertenecía a ella, en ese momento me sentí tan mal pero los recuerdos se apoderaban de mi mente de nuevo. Regrese a ese momento en el que la encontré, esa tarde de soledad para ella y al sentarme a su lado sentí como sufría, trate levantarle el ánimo con el poco sentido del humor que yo tengo. Al menos logre sacarle una pequeña sonrisa de sus labios y así logrando distraer su mente de lo que la acongojaba pude sentirme mejor con migo mismo.
Intente llamarle pero no conseguí nada, solo entraba a buzón y eso me preocupaba ya que si estaba tan ansiosa por encontrarme ¿por qué apagar el celular? Lo deje por un momento y seguí recordando.
Yo me encontraba ahora en el interior de su casa ya que afuera empezaba a hacer frio, entramos y disfrutamos de una película y de una conversación en otra se nos paso el tiempo, se me fueron cuatro horas en dos segundos. En eso le pregunte que si estaba sola ya que no había nadie en la casa y no llegaba nadie, ella me respondió con una sonrisa y un tono burlón que la caracterizaba “si. Fíjate me dejaron solita y no tengo quien me acompañe” resulta que sus familiares tuvieron que salir de la ciudad y no regresaban hasta mañana en la tarde. Y respondiéndole en burla también le dije que si quería que la acompañara toda la noche y ella sin bacilar me dijo que sí ¿Si no había problema?
De nuevo intente comunicarme con ella y esta vez si me contestaron, pero no era ella, era su madre a la cual le reconocí de inmediato y casi al segundo le pregunte por su hija y la señora respondiéndome con un gemido de tristeza y con algo de llanto o eso fue lo que yo percibí al momento.
Un pequeño silencio se hizo en mi mente tras recibir la noticia, colgué y todo se quedo en blanco.
Recuerdo. Tras comunicar a mi casa que me iba a quedar en casa de una amiga, todo se torno extraño, el ambiente en esa casa se formo tan agradable que no daban ganas de marcharse de ahí. Con el respeto inculcado por mis padres me quede en su hogar y claro yo dormí en el sofá y ella en la cama como se supone que debe ser.
Volviendo a mi tragedia griega, la profesora me pregunta que me sucede a lo cual respondí lo siguiente lo único que pasa es que acabo de perder lo mas especial en mi vida, la única persona con la que me llegue a entender de verdad se ha marchado y tal vez no regrese jamás además hoy estaba dispuesto a todo. Pero. Algo más dentro de mí me destroza, no le conteste, el maldito teléfono estaba apagado y yo ni siquiera supe para que me necesitara con tanto esmero y no dejo de pensar que tal vez yo hubiese podido cambiar esto, que tal vez si hubiera contestado una de sus llamadas ella………
¿Qué pasa? Me pregunta desesperada una compañera al verme en ese estado de frustración y desespero.
Ella… Ella… Ella… Ella ha muerto. No me pregunten mas el solo decir eso me destruye por dentro.
Estando acostado en el sofá, escuché música hasta quedarme dormido y cuando despierto al día siguiente no se imaginan la sorpresa que me lleve al verla acostada al lado mío, y al verla dormida se despertó en mi una sensación que jamás había sentido por alguien, no sé que fue y aun no lo sé.
Destrozado salgo al balcón mirándolo con ganas de botarme por él, sin temor alguno, pero no serviría de nada, no aliviaría mi alma ese acto de cobardía. Además algo me lo impide y que mas es que los recuerdos que tengo. Los repaso uno por uno y son razón suficiente como para vivir unos mil años más y si se puede mucho más.
El desayuno está listo. Le digo al oído, tomándole la mano que le tocaba el suelo helado. Ella se despertó atenta y me sonrió y al momento me dio un pequeño beso en la mejilla que me hizo estremecer todo el cuerpo y sin palabra alguna, solo intercambiando una mirada serena inicio esta historia de dos, mi cuento de hadas, una historia perfecta.
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Ya no tengo una razón para vivir. Me falta un pedazo de mí.
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Duele ver como se marcha el tren y saber que la persona que se quiere esta en él.
Esa mañana fue un sueño que no duro mucho ya que me tenía que marchar aunque estando a su lado el tiempo parecía no correr. Cada segundo con tigo siempre es el mejor momento le dije sin dudar y sin dudarlo ella también respondió con una evasiva que dejaba las puertas abiertas para un tal vez.
Al salir de su casa con una sonrisa en mi rostro todo me parecía tener más color y al cabo de un momento de caminar me di cuenta que no tenía mi celular era obvio lo había olvidado en su casa ¿a propósito? No lo sé. Pero en mi estado haría lo que fuera para volverla a ver lo más pronto posible. Y al tocar su puerta se abrió como si me estuviese esperando del otro lado muy impaciente por verme de nuevo y créanme que así lo parecía. Al preguntarle por mi teléfono ella me lo entrego como si lo tuviera desde hace ya mucho tiempo. No lo tenía a la mano pero al buscarlo sabía exactamente donde estaba. Yo la espere en la puerta y no sé porque pero al ver venir ese cuerpo de mujer hacia mí empezó a brillar una luz en mi corazón y al estar en frente mío, esos labios se apoderaron de mi y una ventana a ninguna parte se empezó a abrir.
De regreso a la realidad. Desearía vivir en mis recuerdos, al menos ahí soy feliz. Todos están angustiados por la noticia que les di algunos no me creen, pero como pueden si quiera llegar a pensar que yo jugaría con la vida de ella de esa forma sabiendo el lazo que nos une.
El habiente en ese salón se torna pesado e insoportable, quisiera salir corriendo pero requiero mas información. Que paso, como paso. Pero la información no llegaría a mí de un momento a otro, ¿bueno tal vez?
Hasta ahora los recuerdos habían contado la forma en que se creó ese vínculo entre nosotros dos. Pero mi mente tenía una gran sorpresa para mí. Ya que los recuerdos de ese día y esa noche habían removida todos esos sentimientos lo que me esperaba era el final de mi historia.
Sentado en frente del salón y tratando de sacar ese dolor que llevaba dentro se me apareció alguien con una broma poco llamativa que no vale la pena mencionarla ya que en el estado que me encontraba en ese momento no estaba reteniendo ninguna clase de información solo la dejaba salir como lo estaba haciendo con mis recuerdos y eso que no salían porque así yo lo quisiera simplemente brotaban de mi como un rio embravecido que nadie domina, ni el mejor nadador del mundo puede atravesar.
Tras mirar una y otra vez hacia atrás, veía como mi historia se partía en dos, el momento en que la conocí y el momento previo a ese gran suceso de mi vida.
Unos días después de ver nacer un sentimiento entre nosotros dos las cosas se pusieron raras en el colegio no sé porque pero sentí la distancia más marcada que de costumbre. No nos hablábamos casi nada solo en pocas oportunidades apenas y cruzábamos palabra o un saludo. Es raro no nos hablamos pero nos mirábamos como si no existiera un lugar más al cual dirigir la vista, era una mirada penetrante que decía más que miles de palabras, una mirada que no pasaba desapercibida para los demás a nuestro alrededor y que era un motivo de platica para todos.
Sin más recuerdos. Bueno si hay más, pero no quiero seguir sufriendo con estos cuchillos mentales que atraviesan mi alma.
Pero como no recordarla ya que se encontraba aferrada a mi alma, a mi corazón, a mis pensamientos, a mis actos. Y en ese momento comprendí que ella me había enseñado más de lo que pensaba, ya que aunque no creía en el amor todo era distinto con ella. Me dolía, pero me alegraba también el poder reconocer que en verdad había cambiado algo en mí.
Un último recuerdo o así lo quise llamar, recordaría una última cosa más y me pararía del suelo y caminaría a enfrentar mi destino.
Aunque aquel día que la medio reconforte de su sufrimiento hablamos de todo, no hablamos del porque de su llanto. Eso solo lo vine a saber mucho después.
Una tarde en el colegio la vi de nuevo acongojada por alguna razón desconocida para mí. Me acerque y trate con la confianza ganada, saber que pasaba, cual era la razón por la cual sus ojos se humedecían tanto.
Ella con la voz cortada por el llanto me conto porque lloraba tanto. A esta chica la vida no le trataba muy bien. Primero me conto como la separación de sus padres le afecto. Ya que ella era algo mimada, cosa que era causa del gran amor que vertían sus padres sobre ella y que al momento de la separación desapareció inmediatamente. Ella necesitaba del amor de ambos al mismo tiempo. Así que para compensar su falta de afecto, decidió no depender más de los sentimientos ajenos. Se volvió loca y extrovertida, alegre, su forma de vestir se volvió más oscura. Era lo completamente opuesto a su hermana que era algo creída. Se volvió una mujer sencilla que no le preocupaban los pensamientos de los demás por malos que fuesen.
Al tiempo de esto conoció alguien que la hizo soñar un poco. El era un chico del colegio, de un grado superior. Este joven era de una onda muy parecida a la de ella. Así que se pudieron entender muy bien. Pero los sueños no duran mucho y hay que despertar y eso pasa cuando menos lo pensamos. Se termino esta historia por conflictos que él no supo manejar o que ninguno de los estaba preparado para soportar. Al poco tiempo de su ruptura sentimental ella presencio algo que jamás se esperaría y que fue tan difícil de asimilar que se marcho de su casa por un tiempo ¿Qué fue eso tan escabroso como para reaccionar así? Simple, por esas cosas del destino una vez luego de salir temprano del colegio, se dirigió al parque que queda cerca de este y ahí vio a su madre con otro sujeto. Aunque sus padres estuviesen separados ella aun en sus adentros no aceptaba eso y ver esta escena le causo tanto dolor que el solo hecho de recordarlo la colocaba más triste de lo que se encontraba. El contarme esto la puso tan triste que no pude soportar ver más a esta linda mujer con sus mejillas totalmente empapadas con lágrimas que casi la ahogaban, literalmente.
En ese instante de sentimientos horribles y destrozadores del alma, ella solo pudo decir algo con su voz ahogada por el llanto:
“1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Jamás encontrare alguien que me haga feliz.”
“1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. No tengo una familia.”
“1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Estoy sola en este mundo.”
Yo extrañado por lo que acababa de presenciar pregunte con recato para no ir a incomodar, pero creo que fue bueno ya que la distraje un momento. Ella con una sonrisa por mi pregunta se dispuso a explicarme el por qué de su pequeño ritual. Me explico que cuando estaba confundida o triste lo que hacía era calmarse y mirar sus problemas, pero tenía que calmarse rápido así que solo se daba 10 segundos para hacerlo y luego en calma decía sus problemas o pensamientos negativos tratando de que estando calmada pudiese encontrar una solución o una respuesta que la tranquilizara por el momento.
En mi concepto era calmarse para recoger fuerzas para exorcizar las penas del alma, claro que para esto en necesario llorar primero, estar algo triste para así poder mirar que tan grande es la pena.
“Llorar es purgar la pena,
Deshidratar todo el miedo que hay en ti,
Es sudar la angustia que te llena,
Es llover tristeza para poder ser feliz.”
Esto lo describe mejor.
Nunca fui gran creyente pero hoy le pregunto a dios ¿por qué le eligió?
El estar con ella cambio todo en mí, y ahora que lo pienso mejor y reflexiono, veo que empecé a tener sentimientos que jamás había sentido. Era tanto así que aun sabiendo que no la vería por gran tiempo la sentía a mi lado, los fines de semana que no la veía eran largos pero no sentía su ausencia por que la tenia presente en mi mente constantemente.
Si, esta chica cambio mi vida aunque no creía en el amor todo era distinto con ella, se me adentro en mis pensamientos y aunque al principio no lo tome muy enserio la recocha de mis amigos la mantenían ahí, presente, en cada pensamiento que tenia.
Y ahora solo estará allí, en mis pensamientos.
No la volveré a ver jamás o bueno tal vez una vez más pero no como lo quisiera. Y ahora he de tomar fuerza suficiente como para afrontar este nuevo reto.
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Nunca más la volveré a ver.
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