Botea botea, la pelota,
que hacía mí siempre rebota.
Lanzo y ruedo fuertemente
y otra vez, la tengo en frente.
Yo no quiero que sea mía,
pues no me gusta su poesía.
Que de espinas está llena
y sin luz tiene su prisma.
Botea botea, ya pelota,
botea lejos de mi asilo,
que el desespero ya me inunda
y la soledad, a mi has traído.
Oh Pelota, a donde has ido,
Mejor vuelve ya a mi nido.
Hoy de ti he aprendido,
que mi enemistad no va conmigo.
Sigue y ya no marches,
que a abrazarte, he corrido.
Te pondré un nuevo aire
y al lustrarte, darás brillo.
De esta forma me he vestido,
me he peinado y he surgido.
Así, al visitar mi reflejo,
de nuevo, he sonreído.
POMELIA
Por: Daniela Figueroa C.
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