Cuando me miras, sonríen tus labios.
Cuando me voy, se oye un gemido.
Cuando me llamas, estás en calma.
Cuando no me oyes, tu mente alarma.
Cuando te beso, te vuelves débil.
Cuando te abrazo, estas estéril.
Cuando tomo tu mano, estas seguro.
Cuando la suelto, estoy en apuros.
Si estás presente, no se te siente,
pero tus oídos están al pendiente.
Escuchas todo y luego reviertes.
Dices amarme y hasta a ti te mientes
No es amor, lo que, por mí sientes,
es la obsesión, que engaña tu mente.
Pasión con amor, has confundido,
es que no amas ni a tu latido.
Confiar en ti, es un desatino,
de mis debilidades, haces tu nido.
Con el tiempo me has exprimido
y al fin, de nada te ha servido.
POMELIA
Por: Daniela Figueroa C.