Carta
Voy y me prometo que voy a ser fuerte, quizá por eso todos se sorprenden de mí, en verdad no ven todo lo que cuesta… en verdad no soy fuerte, te veo y me derrito, te veo y se me olvida que hay una línea entre nosotros, se me olvida que ya no te besare más, que ya no te tendré entre mis brazos, que por más valiente que pueda ser no ha habido forma de rescatar la historia de nuestro amor.
Nunca imagine que acabaría por buscar olvidarte, nunca pensé que correría por las calles de mi mente escapando del recuerdo que mejor se siente, huyendo del día en que me preguntaste si quería estar contigo a pesar de todo, es hasta cómico pensar en que un recuerdo tan bello, tan alegre me produzca tal revoltijo en el estómago; pareciera que tengo síntomas de abstinencia. Que locura escribirte sin decírtelo, que sinceras palabras, que cobardes palabras, que no salen de mi boca jamás al estar frente a ti, solo me callo y me guardo las ganas de hacerte el amor de mi vida; me callo y me guardo las ganas de aferrarte a mí.
Sueño con tu indiferencia, sueño con ser tú y ser fuerte para dejarlo ahí.
¿Qué más quieres que diga? Todos los días se trata de ti, de tu sonrisa, de nosotros siendo simples, siendo felices, de tu haciendo tu pregunta, diciéndome que me amas, luego volviendo para desarmar mis expectativas, cambiando tu mirada, Dios, ¡Que decidido estabas ese día! No sé cómo lo haces para poder irte así… ¿Por qué quieres estar conmigo si en verdad no quieres? ¿Cómo quieres que te entienda? ¿Alguien está pasando por esto?
Esta es una carta algo dura…
¿Qué debo hacer?, yo solo te amo tanto que no tiene sentido ni para mi…
Sabes, arde hasta respirar, quisiera conocerte mejor, o mejor no conocerte más, no quiero vivir confundiéndote, estás tú en mis recuerdos, y también estas tu decidiendo que hacer, y en verdad no puedo dejar de amar todas esas versiones de ti. ¿Sera posible todo esto? Al final sé que es lo correcto, también sé que no es tu culpa ni la mía. Solo me queda seguir intentando ser fuerte.