El coche dejó la carretera general y tomó el camino de tierra que atravesaba el espeso bosque de pinos. Después de cruzarlo y de subir una pequeña loma, se detuvo delante de la casa.
Un hombre, en mangas de camisa y pantalón vaquero, bajó del coche y miró satisfecho la marcha de las obras de restauración de la casa… Su perro, un bretón-español, salió zalamero a recibirlo.
El médico examinó detenidamente el resultado de los análisis. Cuando terminó, los dejó sobre la mesa, se recostó en el sillón y se dirigió a Jorge.
-Esto confirma lo que pensaba en un principio. A usted no le ocurre nada…. ¿comprende..?. Así es que no se preocupe y haga su vida normal.
-¿Entonces…? Seguir leyendo Jorge 2→
Partida sin grandes cosas. Sin llorisqueos ni aplausos. Nada. Luego, un viaje de no sé cuantas horas. Evidentemente esto queda por el fin del mundo. Creo que hubo un momento que pensé que no llegaríamos más…pero llegamos.
El agua demoró en descolgarse. Lo suficiente como que papá y el chofer pudiesen comer tranquilos antes de partir. Dos gurises comieron de nuevo con nosotros pese a que «ya habían comido». Uno de ellos tiene un nombre que…bueno, es un nombre, pero de ser pronunciado siquiera en el medio civilizado hubiese producido una sonrisa o unas mejillas sonrosadas. Le llaman «Pistola» pero creo que no aducen con ello a las pistolas de los cowboys.
La radio no marchó de inmediato. He pasado hasta hace instantes luchando con ella, pero marchó!. Aquí estoy en medio de los cerros. Nunca vi tantos juntos!. Tengo uno hacia atrás, otros por los costados y al frente…hasta donde el cielo y la tierra se juntan. Por ahora no sé de ningún bosque. Todas son plantas nativas más o menos dispersas.
Camino una vez más por las calles de mi ciudad. Son las mismas calles, las mismas casas, los mismos comercios. Me encuentro con vecinos que conozco desde siempre. S¡n embargo, casi sin querer comienzan a desfilar por mi mente imágenes de otros tiempos ya idos. Entonces las casas, los comercios y las gentes me parecen otras, ya no son las mismas. Es que estas construcciones han cambiado . Algunas porque se han deteriorado , otras porque se han remodelado. Otras ya no están. En cada esquina toman vida hechos que ya se fueron y que son solo hechos para mi, solo para mi. Hechos de mi infancia, de mi adolescencia, de mi época en que estuve integrado al mundo del trabajo. Los sentimientos tiñen de colores esa realidad. Es el mismo mundo,la misma realidad que toma aspectos disintos en mi. Estoy en el mundo y lo percibo como algo cambiante y que remueve mis fibras ìntimas.
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