Que Es Lo Que Siento Por Ti?

A veces quisiera saber cuánto te amo,

a veces quisiera saber si amor  es lo que siento por ti …

o si existe otro sentimiento que encierre con su nombre lo que me haces sentir…

Porque cariño ya sentí y por el amor ya pase !

El cariño toca los pensamientos ,
El amor solo
Toca el corazón  …

Pero esto que siento por ti combina mis pensamientos, mi corazón, mi piel y todos mi sentidos…

Espero que  algún día pueda definir en una sola palabra lo que me haces sentir…

Zulay Pizavi

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Solo Escucha, De Verdad Escucha.

Hey tú, que simplemente sonríes al verme,

escucha, esta vez de verdad escucha,

mi voz tiembla ante ti, como si supiera que ya perdió la batalla con tu

presencia.

Como puedo ocultar estos ojos que se iluminan al verte,
mi corazón que salta para intentar abrazarte y tu ahí con esa sonrisa

perfecta en tu cara.

Ya lo sabes, el mundo lo sabe, porque no corres a mi? Por que solo

me miras? Sera que ya vive el mismo amor en ti, quizás el tiempo lo

consumió por completo, será que estas aterrado como yo…

una lagrima brotando de tu ojo indica que es final, que aunque el

amor te devore por dentro ya no volverás, que elegiste esta vez con

la razón y que mis errores llegaron a su fin, y el derrumbe de mi

corazón roto dice que ya te perdí.

Lo siento, volví a fallarte, no estuve ahí,

quizás esta ves lo merezco de verdad.

Duele, puedo sentir el dolor de cada persona en mi,

solo te miro, no quiero asustarte, no quiero que cambies de opinión,

se que es lo mejor para ti, se que ya no sufrirás,

soy consciente que soy lo que mas te hizo feliz en la vida,

y también lo que mas te lastimo, sinceramente, lo sabia,

siempre lo supe, pero nunca quise lastimarte,

solo quería ser el error mas hermoso de tu vida y hoy soy solo un simple error,

lo siento amor, lo digo de verdad.. solo me hubiese gustado haber valorado mas el tiempo que pase a tu lado.

Tú nunca serás solo un recuerdo, siempre serás mi todo, quizás en otra vida el amor sea suficiente para salvarnos,

siempre te recordaré.

No logro creer todavia que ya no te volveré a ver.

Hey tú, que simplemente sonríes al verme, siempre ten presente

que solo eres un retrato, solo eso.

Tus ojos no tienen la vida que  tanto me enamoro ,

Solo se que ya no volverás, que yo el mas grande error de tu vida no te protegí, de verdad lo lamento amor mio.

No sabia lo caro que iba a ser mi error de ese día no pasarte a buscar.

Hoy solo te siento cuando cierro mis ojos, de verdad me haces falta,

Nunca podré perdonarme… no te pude salvar..

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El Día Libre

Jenny, espero a su mejor amiga, en un pequeño restaurante que se ubicaba, justo a un lado de la oficina gubernamental, en la que trabaja. Sentada, desde esa posición le era posible observar, las amplias ventanas de la oficina, y como era de esperarse, no era posible vislumbrar, ningún movimiento.

— Justo lo que uno esperaría ver, en una oficina de muertos, — se dijo, Jenny, mientras apretaba entre sus manos, el frasco purpura, que le había entregado su jefe, el día anterior.

— No hables así, recuerda que yo, también trabajo ahí, — dijo su mejor amiga, quien la había escuchado. — ¿Ya hablaste con tus padres? — Pregunto esta, al sentarse en una silla, justo frente a Jenny, mirando con disimulo el frasco de color purpura. — Ellos saben lo que te pidió el jefe.

— Dana, no puedo seguir pidiendo mas favores, — contesto Jenny, con las manos temblorosas, — mis padres ya tienen suficientes problemas económicos, como para agregarles uno mas.

— !No estarás pensando, beber esa cosa! — Exclamo Dana, fijándose en la botella purpura. — No puedes estar pensando, en volverte uno de ellos.

— Todos lo están haciendo, — reconoció Jenny, — mira a tu alrededor Dana, cuantas de estas personas, ya están muertas.

Dana se fijo en una multitud de personas, que aguardaban el cambio de luz en el semáforo, para cruzar al otro extremo de la calle. Ninguna de aquellas personas, llevaba comida o agua, y casi todos, tenían aquellos desagradables ojos lechosos, con una capa amarilla sobre la cornea. Dana, comprendió lo que su mejor amiga decía. En el grupo de personas que aguardaban el cambio de luz, la mayoría ya habían consumido el elixir. En pocas palabras, la mayoría eran muertos.

— Entiendo que no quieras beberlo, — dijo Jenny, — después de todo ¿quien quiere morir? — Pregunto Jenny, casi con un tono de voz burlón. — El elixir, es la respuesta del gobierno, a todos los males que experimenta el país.

— No hay ciudadanos enfermos, ni cansados, ni con hambre, — indico Dana, dirigiéndole una dura mirada a su amiga, — pero olvidas algo, Jenny, si no duermes no puedes soñar, si no comes, no podrás saborear, y si no te enfermas, no podrás hacerte mas fuerte.

— En las noticias dijeron, que el gobierno esta empezando a exportar el elixir a otros países, — comento Jenny, fijando su atención en las ventanas de la oficina en la que trabaja. — Muy pronto, el mundo entero, sera igual que este país.

Dana, pensó en debatir aquel comentario, pero incluso ella, ya se sentía cansada por el pensamiento negativo de su mejor amiga. Ambas chicas, permanecieron en silencio, y observando las grandes ventanas, por la cuales no se veía ningún movimiento. Jenny, se sobresalto, al notar una rápida sombra. Se levanto para observar mejor lo que sucedía. Su jefe, estaba muy cerca de la ventana, y alguien parecía estarlo empujando. — ¿y ahora que sucede? — Pregunto Dana, al notar el comportamiento de su amiga.

— Es que…– dudo Jenny, aún mirando a las ventanas. Su jefe ya no estaba. –…pensé ver algo…

El interior de la oficina se ilumino, y una ráfaga de fuego, hizo estallar el vidrio amplio que cubría las ventanas. El pánico inicio a los pocos segundos de la explosión. Jenny, no terminaba de comprender lo que sucedía, cuando una segunda explosión, resonó en el interior de aquella oficina. Las siluetas envueltas en llamas, corrían de un punto a otro. Jenny y Dana, fueron capaces de ver, los cuerpos en llamas de sus compañeros. Algunos de ellos saltaron al vació, estrellándose contra la carretera que pasaba a un lado del edificio.

— !Esta es la vida, que el gobierno quiere para su pueblo! — Se escucho una voz, procedente de las bocinas de seguridad, esparcidas a lo largo de esa concurrida avenida, y normalmente empleadas, para dictar instrucciones a la población en caso de una emergencia. — !Ciudadanos, no consuman el elixir, esa cosa, es la sangre del diablo, y mientras nosotros sigamos aquí, no cesaremos de atacar, a cualquier institución, que contrate los servicios de un cadáver! — Amenazo la voz. Jenny, retrocedió asustada, al ver a su jefe arrastrándose por la calle con las piernas destrozadas a causa del impacto, generado por la caída. — ¡Observa pueblo! — Exclamo la voz una vez más. — ! Esto es lo que el gobierno, quiere para ustedes!

Jenny, permaneció en el suelo, solo observando a las personas aterradas que iban de un punto a otro, buscando un lugar para ocultarse. Dana, estaba a su lado, intentando hacerla reaccionar, pero Jenny, solo era capaz de ver a su jefe avanzando hacia ella.

–… de donde viene el fuego…– dijo su jefe, y Jenny, se desmayo, al comprender que su jefe, no era capaz de sentir el fuego que lo envolvía.

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De Tanto, Como Te Quiero.

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De tanto.. como te quiero,
detendría el viento, que a veces..
con fuerza mueve tu pelo,
y apagaría el sol, que sin querer..
deslumbra tu mirada,
no quiero que nadie.. te haga daño,
¡! Maldito invierno, que deja fría tu cara ¡!

Enmudecería el mar..
para que no, atronase tus oídos..
a la tormenta ordenaría callar,
y bajaría el brillo a las estrellas..
que nada, a tu sueño pudiera molestar.

Y aún agotada, de tanto.. esfuerzo,
de terciopelo mis labios haría forrar,
una nube de tierno algodón, sería mi pecho,
para que tú, pudieras descansar.

Dejaría siempre, la Luna llena..
que el miedo no entrase en tu intimidad,
y, envolvería a mis manos de ternura..
que flotasen por tu cuerpo, sin llegarte a tocar.

De tanto.. como te quiero,
como una loca, sin darme cuenta,
me he puesto a soñar.

Téura

 

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La Chica Y El Ángel

Verónica, llegó al centro del laberinto. Su oscuro compañero, la siguió de cerca. Él podía moverse mucho mas rápido, y se desplazaba mejor al trepar por los muros de mármol.

–  ¡Este no es un lugar para los vivos! – Exclamo el ángel, que se hallaba de pie frente a la entrada del infierno.

Verónica, avanzo hacia el ángel. La brillo verdoso que emanaba de la entrada del infierno, mantenía iluminada aquella habitación circular. Verónica, estaba herida, el ángel lo notó, pero no pareció sorprendido, aparentemente, ella no era la primera en lograr atravesar el laberinto.

– ¡Vengo a buscar a mi hermana! – Indico Verónica. La muchacha, no era muy alta, pero si era atractiva, eso se notaba a pesar de la suciedad, y las manchas de sangre en su piel. Portaba una armadura negra, tan vieja, que el ángel pensó que la había tomado de alguno de los cadáveres a lo largo del laberinto.

– No pierdas tu tiempo aquí, humana, – dijo el ángel, mirándola con desprecio, como si de un animal sucio se tratara. – Solo los muertos, se les permite usar esta entrada; regresa cuando hayas muerto.

– No tengo mucho tiempo, – aseguro Verónica, mientras avanzaba hacia el ángel. La muchacha, llevaba entre sus manos una brillante espada, forjada con hermosas escamas blancas, mucho más filosas y duras que el acero. – Voy a pasar, no te interpongas en mi camino. – Advirtió Verónica; el ángel sonrió, dejando ver una hermosa sonrisa, con unos dientes perfectos y blancos.

– Esa espada, – señalo el ángel, aun sonriendo, – conozco al ángel, al cual le pertenece ¿acaso la has hurtado? – Pregunto el ángel. Este se acerco un poco más, y Verónica pudo ver su indescriptible belleza. Se trataba de un ser, perfecto, en todo el sentido de la palabra. Su cabello, largo y dorado, llegaba hasta la parte baja de su espalda, sus ojos brillaban con un magnifico destello azul, su piel, las partes que estaban al descubierto, mostraban una superficie libre de vellos, y sin cicatrices. El resto de su cuerpo estaba bien protegido, por una brillante armadura blanca. Pero lo más asombroso en él, no era su belleza, sino sus alas, seis de ellas, tres del lado izquierdo de su espalda, y tres de lado derecho. – No me has contestado. – Indico el ángel. Verónica, se sorprendió al descubrirse a si misma, admirando la belleza de aquel ser. – ¿Como robaste esa valiosa espada? – Pregunto el ángel.

El compañero oscuro de Verónica se mantuvo en las sombras. La muchacha, podía observarlo aferrado a una de las paredes de mármol, que formaban parte del pasillo que conducía a la habitación redonda. El ángel, se molesto, Verónica, lo notó en su rostro. Los ángeles, no están acostumbrados a que se les ignore. Un hacha, brillo en las delicadas manos del ángel. La muchacha, comprendió que aquel hermoso ser, se preparaba para asesinarla. – ¡Es mi premio! – Exclamo Verónica, mientras levantaba aquella espada, que le había salvado la vida, en varias ocasiones. – ¡He derrotado al ángel, portador de esta arma, así que ahora me pertenece! – Aseguro Verónica. El ángel de seis alas, se molesto aun más, pero no perdía aquella hermosa sonrisa.

– Mientes. – Contesto el ángel.

– No tengo, por que hacerlo, – aseguro Verónica, – por favor, recorrí el laberinto, mate a los enemigos, tengo derecho a cruzar la puerta.

– Esta puerta es solo para los muertos, – le recordó el ángel.

– ¡Mi hermana, esta del otro lado de esa entrada! – Grito Verónica, haciendo un gran esfuerzo, para contener sus lagrimas. – ¡Cada minuto que pierdo, implica la muerte de mi hermana!

– La muerte, nos llega a todos, – contesto el ángel. Verónica, perdió el equilibrio, pero antes de caer, logro clavar la espada en el suelo, usándola como bastón, para mantenerse de pie. – Y la muerte, también te llegara a ti. – Agrego el ángel.

El oscuro compañero de Verónica, emergió de las sombras, siguiendo las ordenes de su ama. Un perro negro, mas grande que un hombre, con cuatro grandes ojos amarillos, y una desagradable serpiente verde, en lugar de una cola. El ángel, no se inmuto en esquivar a la criatura, y le arrojo su hacha plateada, la cual se enterró en la cabeza del perro, produciendo un prolongado crujido, señal inequívoca de que el golpe, había fracturado el cráneo de aquel monstruo. El ángel dirigió su mirada a Verónica, seguro que el perro retrocedería, después de todo, el hacha, estaba forjada con minerales sagrados, y ninguno demonio, lograría resistir aquel dolor. El rugido del perro, llamó la atención del ángel. – ¡Imposible! – Exclamo el ángel, al notar que la criatura no retrocedía. – ¡Esta siendo manipulado por un amo! – Comprendió el ángel, justo cuando la mandíbula del perro demoníaco, se cerraba sobre su ala superior derecha.

El perro demoníaco, aun con el hacha, clavada en la cabeza, retorció su hocico con fuerza, solo dos veces, antes de arrancar totalmente el ala superior derecha del ángel. la sangre se derramo sobre la hermosa piel blanca del ángel, manchando parte de su armadura, y después el suelo de mármol blanco. El perro, escupió la gran ala compuesta de plumas blancas, y se preparó para atacar nuevamente. La herida en su cabeza, se hacia cada vez más grande, puesto que el metal sagrado del hacha, estaba quemando su carne. El ángel pateo al perro, antes que lograra morderlo nuevamente, y este, salio impulsado hacia atrás, como si de un muñeco se tratara. El ángel, comprendió que aquel demonio estaba siendo manipulado por un amo. Manipulación esta, que sin duda procedía de un contrato infernal. El enfrentamiento, impidió que el ángel, se percatara de los pasos dados por Verónica para llegar hasta él, y cuando finalmente la vio, ya era tarde. – La muerte, nos llega a todos…– Fue todo lo que escucho el ángel, antes de ser decapitado, por aquella hermosa espada, forjada con escamas blancas.

Verónica cayo al suelo, a un lado del ángel decapitado. La muchacha, perdió el conocimiento, justo después de ver la cabeza del ángel, rodando por sobre el suelo de mármol blanco, dejando tras de si una desagradable y gruesa línea de sangre. La muchacha, cerró los ojos, y escucho a su oscuro compañero, devorando con gusto la dulce carne de un ángel. – Voy por ti, Xiomara, espérame un poco mas…– se dijo así misma, antes de desmayarse.

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