El Cisne

En el lago hay un cisne
que nada con belleza
con su hermoso color blanco
un cisne blanco lleno de pureza

Al levantar las plumas
es el más majestual
se alza más y más como la espuma
otra como esa ave no hay igual

Un abanico forman sus alas frescas
los pequeños cisnes son una ternura
ellos nos llenan de ideas pintorescas
olvidando nuestras ideas más oscuras

Pero, ¿Dónde queda el cisne oscuro?
de color negro como el inframundo
extraño pero de corazón puro
aquel cisne olvidado por el mundo.

liebe

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Si Los Que Se Creen Vivos Supieran…

hay tantas cosas hermosas en la vida. como la vida misma. es tan impredesible no? hoy estamos, tal vez en segundos ya no.
la vida es tan hermosa que no tenemos tiempo de apreciarla desde todos sus angulos.
pero que se puede hacer? solo vivirla, ser feliz, llorar, reir, amar y por sobre todas las cosas no creerse algo que uno no es y ser honesto. porque si uno se cree vivo cuando no lo es tarde o temprano queda solo y ahi es cuando se da cuenta que en vez de vivir la vida como se debe la creiste vivir siendo algo que no eres. pero bueno si los que se creen vivos sipieran la ventaja de ser honesto

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Elevación

Juró que podía ver su alma a través de esos enormes ojos verdes, jamás había sentido tanta seguridad, seguridad que tambaleo cuando él poso su mano en su mejilla acercando muy lentamente su rostro frente al de ella, podía percibir su respiración tan cálida y suave rozando sus labios, la miraba con tanto deseo que una energía recorrió su cuerpo y como si él lo supiera comenzó a tocar su cuello con las yemas de sus dedos seguido de su aliento chocando contra su piel generándole la excitación, un beso, un pequeño beso basto para que su cuerpo se descontrolara y llevara sus manos hasta su espalda acariciándolo por debajo de su camisa, esto fue una señal muy clara para él quien la llevo hasta la pared sin importarle que estaban en el pasillo de un edificio frente a la puerta de su departamento, lo único que importaba en ese momento era no perder esa aura de calor.
Él recorrió todo su cuello con la boca, poso su lengua trazando un camino que descendía abriéndolo con sus dedos que desabrochaban los botones de su blusa, ella sentía sus labios calientes recorriendo su pecho lo que la hizo gemir un poco y aferrarse a su espalda dejando la evidencia de sus caricias con sus uñas, el suelo fue testigo de ver caer su blusa seguida de una camisa. Él levanto su rostro para mirarla como tratando de reconocerla, se notaba enrojecido, ella aún con la seguridad tambaleante lo tomo del cabello y acerco su boca a la de él besándolo con primor pasando su lengua por sus labios como quien lame un hielo que quiere derretir continuando con pequeñas mordidas en su labio inferior que provoco un diminuto quejido por parte del sometido quien recorrió su cuerpo con sus manos descansando en sus caderas acercándola a él sin ninguna escapatoria, continuo su recorrido mientras ella le endulzaba el oído teniendo como destino sus glúteos los acaricio con ansias al igual que a sus piernas que las elevo con rudeza hasta rodearlo con ellas, la acerco con más fuerza a la pared y comenzó a morder su hombro, ella se encontraba en pleno ardor con escapes de entrometidos gemidos que para él en ese instante se convirtieron en su cosa favorita, friccionaba su piel contra la de ella quería sentirla suya deseaba asegurar que solo era de él, entonces dejo caer sus piernas al suelo hasta que ella pudo mantenerse en pie volviéndola hacia la pared comenzó a enrollar su falda hasta su espalda para después llevar sus bragas por debajo de sus glúteos al mismo tiempo que desabrochaba su pantalón con tal vehemencia como si el tiempo estuviera por agotarse, ella percibió el roce de sus manos en su cadera y su aliento rebotando en su nuca, comenzó a sentirlo dentro con una continua fricción ardiente que le erizaba la piel, la sujeto del cabello y con voz sofocada le susurro.
– Podrás tocar las estrellas…

Licencia Creative Commons
Elevación por Karen Pineda se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en https://cuentosypoemas.com/es/author/keii.

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La Muerte…



Había una vez un hombre llamado Ralph que tenia mucho miedo a la muerte, tanto que no quería salir de su casa por si le pasaba algo. Un dia se atrevió a salir de su casa e ir al campo que era lo que mas le gustaba. Al caer la noche y de camino a su casa se encontro a un hombre de negro con capucha y una guadaña, era la muerte.

M: Hola señor,soy la muerte, ¿es usted Ralph?

R: Si soy yo, que sucede.

M: Mira estoy tan seguro de ganar que te doy toda una vida de ventaja…

El hombre impactado por lo que le dijo se fue a su casa y no salio mas en toda su vida.

FIN

 

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1945

Aquel día de verano de 1945 todo había acabado. Tan solo nos quedaba una carta. Una carta que decía:
“Escapa conmigo hacia el inmenso Universo. Los sueños nos hechizaran. Escapa conmigo y podrás volar por el inmenso mar. Escapa conmigo y todo el mundo estará a nuestros pies”.
No estabas tú. No estaba yo. No había nada excepto esta carta. Esta carta nacida de tu último aliento. Esta carta engendrada por nuestro eterno amor. Esta carta que siempre vivirá en nuestros inertes cuerpos.

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