Archivo de la categoría: Cuentos

El Extraño

  1. Hubiese querido decir que te perdí
    Que estar ahora diciendo
    Que no te pude tener
    Y que ya no te veré pasar ami lado

Haciendo que mis ojos violen
Las normas y vallan a ver tu
Inigualable belleza
Ahora tengo que tratar de olvidar
Algo que no recuerdo

Ordenar ami corazón
Que camine por sus mas grandes
Temores y que conozcan la parte buena de la tristeza y el lado claro de la obscuridad

Ser un cobarde y refugiarme en la soledad

Si te gustó, ¡compártelo!

El Secreto De La Familia

El secreto de la familia.

Secretos todos en este mundo los tenemos, yo mi padre mi madre mi hermano primos abuelos, en fin todo tipo de personas los tienen y la mayoría prefieren ocultarlos a luz del mundo.

Tal vez porque se trate de algo bochornoso, algo que lastimaría alguien directa o indirectamente.

Mi nombre es Josep y esta es mi historia.

Hasta cierto punto siempre creí que mi vida era bastante simple y aburrida, estaba por comenzar la universidad, no tenía muchos amigos con los cuales salir, más que mis primos y mi hermano mayor Daniel, siempre conviví con ellos desde que tengo uso de razón, y como no serian mis únicos amigos si la familia de mi madre era inmensamente grande. Mi madre tenía nueve hermanas y ocho hermanos junto con mi madre eran dieciocho hijos. Y eso no era todo pues mi madre en muchas ocasiones me ha hablado de la gran familia Haus que estaban dispersos por todo el mundo, Europa Asia, América, Oceanía en fin gran parte del mundo si no es que todo entero. Sentía algo de orgullo de portar dicho apellido pues mis abuelos tenían una gran empresa de carnes frías que distribuía a gran parte del mundo. Su gran especialidad de mi abuelo era sus salchichas que eran hechas con una receta secreta  que volvía locos a gran parte de los consumidores, mi padre, y mis tíos trabajaban dentro de la gran fábrica, aunque eran un gran misterio pues mi padre mi abuelo y mis tíos se negaban a hablar acerca del trabajo dentro de la fabrica pues decía que algún día seriamos los que heredarían sus trabajos y nos haríamos cargo de la empresa y hasta ese entonces podríamos saber ese secreto que hacia esas salchichas tan irresistibles. Un día de cada mes, mi inmensa familia se juntaba en una gran reunión claro solo mis tíos  y tías. Era un gran evento en el que abundaba la comida de varios gastrónomos que eran contratados por mi abuelo y abuela. Sumado a todo esto el lugar donde tomaba lugar esto era la gran mansión de mis abuelos, en la que había un gran patio y dos piscinas, dentro un cuarto de juegos con aire acondicionado y todas las comodidades que el dinero pudiese pagar.

Ese día mi abuelo, acerco a mí para decirme que quería hablar en privado conmigo. Lo seguí hasta su oficina que tenia dentro de esa gran casa. Me encantaba la oficina de mi abuelo era bastante rustica, pero sobre todo me encantaba el gran piano de cola que era bastante hermoso en el cual de vez en cuando mi abuelo me dejaba tocar.

——Bueno Josep toma asiento y ponte cómodo, ¿quieres algo de beber?

—–No abuelo estoy bien gracias, dime acerca de que querías hablar.

—–Mira Josep desde que tengo uso de razón mi padre fundo esta gran empresa de la familia Haus, nos ha dado mucha felicidad a mí y a tu abuela, pero sobre todo y más importante trabajo a tu padre y a mis hijos para poder sustentar a sus familias, nunca pensé en heredar la empresa a ninguno de mis hijos, siempre quise que aprendieran a ganar su propio dinero con el sudor de su frente, pero ya no voy a poder hacerme cargo de esta gran empresa y tengo que dejar a alguien al frente de esta gran legado, y quiero que seas tú, en una semana más iras a Europa donde te recibirá mi hermano, y aprenderás a dirigir la gran empresa, pero antes tienes que saber que no quiero que se lo digas a nadie ni siquiera a tu hermano mayor.

—-Abuelo yo no sé qué decir, es un gran honor pensar en que yo soy el elegido para llevar esta empresa en el futuro, pero puedo preguntar, ¿Por qué no quieres que se lo diga a nadie?

—-Porque, será una gran sorpresa y no quiero que tu abuela o los demás se enteren.

—-Y porque me elegiste a mí es decir podrías haber elegido a uno de mis primos o primas, que son mayores que yo y ya están estudiando la materia.

—-Porque te queremos a ti Josep, hay algo que nos dice que tienes que ser tú.

—-Bien, acepto con gusto abuelo, bueno quede con mis primos y mi hermano de salir, al gran parque que está cerca de aquí.

—-Vale Josep, pero recuerda no se lo cuentes a nadie.

Abrace a mi abuelo, y fui con mi hermano y mis primos para ir al gran parque. Ese parque nos encantaba el gran bosque del génesis era su nombre, pues era bastante inmenso incluso tenía un rio de agua dulce, era tan grande que si no ibas con cuidado te perderías.

No dejaba de pensar en cómo sería mi travesía por Europa, sin duda alguna sería una gran y espectacular odisea.

Decidimos ir a un pequeño palco que estaba en el fondo  del inmenso parque, era el lugar donde la vista era más hermosa, perfecta para mirar el atardecer o el amanecer, o una creciente luna que iluminara el lugar por completo, pero hoy por desgracia no se lograba ver nada de eso pues las nubes que amenazaban con traer algo de lluvia tapaban por completo cualquier espectáculo de la naturaleza, unas cuantas gotas de lluvia comenzaban a caer ligeramente y todos acordamos que era hora de salir e ir a casa de nuevo para evitar mojarnos.

Comenzábamos a caminar, pero yo me detuve pues sentía que algo o alguien  me devora con la mirada, no fui el único que lo sintió pues mi hermano y mis cuatro primos se dieron la vuelta al sentir lo mismo.

Detrás de nosotros donde estaba un gran arbusto, estaba un tipo mirándonos fijamente, tenía una máscara de conejo, una máscara que al parecer era bastante vieja estaba bastante deteriorada, al dar unos pasos más para dejar ver parte de su cuerpo, se logro ver que no llevaba nada en la parte de arriba solo quedaba al descubierto su pecho y abdomen lleno de cicatrices hasta el cuello, con un tono de piel amarillo, solo tenía puesto un pantalón que  tapaba una de sus piernas. Aquel ser que tenía los pies  al revés, y uñas de tamaño descomunal dejo ver que en sus manos llevaba una sierra eléctrica, tan oxidada llena sangre y vieja que pareciera que no encendería. Por unos segundos el viento dejo de soplar,  el agua dejo de caer del cielo, y los pájaros dejaron de cantar, fue tanto el silencio que solo escuchaba mi cerebro gritándome que corriera, pero no sentía mis piernas. No fue hasta que ese ser encendió el motor de su sierra eléctrica, que todos comenzamos a correr, para mi suerte esa cosa ignoro a todos excepto a mí,  esa cosa corría detrás de mí con esa sierra encendida, corría tan rápido como podía, pero llegue a un punto en el sentí que mis pulmones explotarían y mi corazón saldría de mi pecho, mis piernas no me respondían igual y escuchaba esa sierra cada vez más cerca, no pude mas y pare, no tenía fuerza, esa cosa me miro y comenzó a caminar lentamente sabia que ya no escaparía, que abría agotado mis fuerzas. Para mi gran suerte un guardabosque llego en un jeep golpeándolo con inmensa fuerza, rápidamente subí al auto y salimos rápido del lugar, sentí un gran alivio, al haber sobrevivido a ese intento de asesinato, pero mientras nos alejábamos, mire como esa cosa se ponía de pie como si nada le hubiese sucedido.

—-Oye tenemos que ir a buscar a mis primos y a mi hermano, por favor.

—-Chico te encontré de milagro tenemos que llegar a la base de los guardabosques, este auto funciona con una batería eléctrica, tengo que recargarla en la base.

—-Dígame que hay más guardias en esa base y al menos uno está armado.

—-Siento darte malas noticias pero, yo soy el único guardia que queda, esa cosa los mato a todos y de nada servirá dispararle ya le dispare y el maldito hijo de puta se levanto como si las balas le hubieran hecho cosquillas.

—-Entonces como carajos nos vamos de aquí, como hacemos para que esa cosa nos deje de seguir, tiene que haber alguna forma.

—-Mira por lo pronto tenemos que llegar a la base estaremos más seguros dentro de la gran casa de seguridad.

Llegamos y mientras abría las puertas de esa base el guardia, conectaba la batería del auto a una fuente de alimentación, acto seguido  ponía otra que tenia de reserva.

Me decía el plan mientras ponía balas en el cañón del revolver que llevaba con él.

—–Mira estas son las llaves las puertas son muy gruesas no creo que esa cosa las pueda abrir con esa sierra, iré a buscar a tu hermano y a tus primos tu quédate aquí, solo me quedan doce balas así que deséame suerte.

El guardia arranco en el jeep, y al entrar en la gran casa de seguridad, buscaba algo que fuera útil, encontré teléfonos, pero al parecer eran inservibles y mi celular estaba muerto, la corriente eléctrica no serbia al parecer esa cosa había hecho algo que causara todos estos problemas. Lo único útil que encontré fue un cuchillo de supervivencia, una porra eléctrica y linternas, la noche estaba cerca de algo servirían. Solo pude sentarme a pensar y rogar por todo estuviese  bien, y no dejaba de pensar que habrían hecho mis primos y mi hermano.

30 minutos antes.

El hermano de Josep corrió junto con sus cuatro primos en otra dirección, mientras esa cosa iba detrás de Josep.

—-Esperen todos esa cosa va por mi hermano, tenemos que ayudarle.

—-No Daniel vamos consigamos ayuda— digo su primo Axel mientras lo jalaba con él.

—-Bien, si conozco a Josep es rápido podrá evadir a esa cosa.

Al cabo de correr por unos minutos los cinco pararon cerca del rio, y tomaron un poco de agua para recuperar el aliento.

—–Que demonios haremos— gritaba Gerardo el más histérico del grupo.

—–No grites pedazo de idiota esa cosa nos podría escuchar— replicaba Ernesto

Claudia la única mujer del grupo permanecía aun en shock, por la persecución.

—-Escuchen, tenemos que encontrar la forma de salir de este parque buscar ayuda para mi hermano y que esa cosa no, nos mate, se que quizás parezca mala idea pero deberíamos separarnos así cubriremos más terreno, el que logre salir de aquí ira por ayuda.

—ES UNA GRAN ESTUPIDES DANIEL—grito Axel

—-Si hacemos eso, lo mas probable es que nos mate, más fácilmente, y por cierto genio somos cinco personas como dividirás eso he dime.

—–Cállate, yo iré solo, tú con Gerardo, Claudia y Ernesto, es la mejor forma de salir con vida de este lugar.

—–Mira imbécil, no voy a seguir tu estúpido “plan” porque así solo vamos  a hacerle las cosas más fáciles a esa cosa.

—-Axel mira entiendo que estés asustado yo también lo estoy, pero el parque es inmenso y si nos separamos será mejor.

—-Sabes una cosa yo me voy al carajo iré por el rio nadare si es necesario, yo no pienso morir aquí.

Axel partió por su propia cuenta era conocido que la parte del rio ciertamente llevaba a una salida pero era peligrosa dado que estaba lleno de hiedra y ranas venenosas, de alguna manera se habían dado en el parque, y por alguna razón no abandonaban, esa área del rio. Los demás decidieron llevar a cabo el plan de Daniel e ir a buscar a Josep. Daniel iría con Claudia, y Ernesto junto con Gerardo, se había acordado que el que consiguiera salir iría por la policía.

Mientras Axel avanzaba con cautela por el rio, tratando de no acercarse a la hiedra venenosa, le encantaba la botánica por lo que le era fácil reconocer dichas hiedras. Axel al levantar la vista se daría cuenta de que solo tenía que trepar una pequeña barda para salir del parque. Pero justo antes de dar un paso más se percato de que alguien estaba detrás del él. —-Me han seguido verdad malditos tarados les dije que sabía lo que hacía—

Al no obtener respuesta este se daría la vuelta para darse cuenta de que la presencia que estaba detrás  era esa criatura anormal, empuñando su sierra mientras varias de las ranas caminaban y brincaban por su cuerpo. Axel intentaría correr pero era demasiado tarde esa cosa estaba cerca de el así que lo tomo del cuello y lo estrella contra el piso con fuerza mientras el pobre tipo se retuerce de dolor, esa cosa toma una piedra del rio, y comienza a golpear su cara parando hasta que la cara de Axel era completamente irreconocible, la sangre corría por el rio, mientras dos sombras parecían haber visto el espectáculo sangriento.

Por su parte Ernesto y Gerardo seguían con toda cautela de que nadie los estuviese siguiendo, ambos temblaban con cada paso, estaban bastante asustados tanto que no se controlaban e incluso ellos mismos dudaban de llegar a la salida del lugar. Sin que lo pudiesen prever esa cosa corría a toda velocidad con su sierra encendida tras de ellos, ambos gritaban y corrían por sus vidas, Ernesto que era algo obeso y no estaba acostumbrado al desgaste físico, se quedaría parado al lado de un árbol mientras Gerardo al darse vuelta con disposición de ayudar a su primó se percataría de que era demasiado tarde pues aquel ser, tomaría su sierra y lo introduciría en la boca de Ernesto partiendo por la mitad su cabeza desde la boca, Gerardo quedaría por unos segundos en estado de shock al mirar una muerte tan sangrienta, cuando intento correr el asesino aventó con toda fuerza su sierra contra el derribándolo, al ponerse de pie intentaría golpear al asesino de su primo, pero era como golpear una palmera, en un golpe fallido le tomo por el brazo aventándolo contra un seto de espinas, jalando de sus piernas mientras Gerardo se lastimaba y sangraba con cada movimiento, el asesino lo tomo y lo remato estrellando su ojo derecho contra la rama de un árbol atravesando su cráneo por completo, después de contemplar sus asesinatos tomaría su sierra e iría en busca de los demás.

Claudia y Daniel, escucharían a lo lejos un auto que tocaba el claxon en busca de mas supervivientes, ambos bastantes felices correrían al lugar donde era más probable que estuviera, al llegar el guardabosques les vería a ambos, y en cuanto este comenzara a acercarse la criatura llegaría por la espalda de Claudia atravesando con su sierra su pecho subiendo su sierra partiendo parte de su brazo y su hombro mientras la sangre se rociaba sobre Daniel, el guardia pronto la jalaría bruscamente para que reaccionara y subiera al auto Daniel reacciono y subió para alejarse rápidamente.

—–Oye dime estas bien, no sé si esa sangre es tuya o de la pobre chica

—-No yo estoy bien, oiga tenemos que buscar a mi hermano, por favor.

—–De casualidad tu hermano no es un tipo delgado de cabello lacio negro, con una playera roja  unos jeans y….

—– ¡Si es el!

—–Bien está en la base de los guardabosques, iremos a por él, la batería de este auto casi se acaba.

Al llegar el guardia tocaría gritando que era él, rápidamente Josep abriría la puerta llevando una grata y enorme sorpresa al ver que su hermano seguía, con vida ignorando por segundos la sangre que tenia encima, ambos aliviadamente se darían un abrazo.

——Daniel pero dime que paso, toda esa sangre, no es tuya de quien es, vamos dime que paso.

——Claudia está muerta esa cosa la mato, no sé qué paso con los demás, nos separamos y quizás están vivos muertos por dios no lo sé.

—–No puede ser por que pasa esto, como salimos de aquí.

—–Podríamos usar el auto del guardia.

—–No lo creo, se ha agotado la batería, miren podríamos ir hasta las oficinas que están cerca, fuera de las oficinas esta mi auto, es la mejor opción para huir.

La noche llego y junto con ella la lluvia, no había luz alguna en todo el parque por lo que único que tendrían a disposición serian las linternas que había encontrado Josep.

El plan era claro correr hasta las oficinas tomar el coche del guardia y largarnos del lugar, parecía sencillo pero no lo era con esa cosa ahí fuera. Tomamos todo el aire que pudimos almacenar en los pulmones, y salimos corriendo a toda velocidad alumbrando  el camino con las linternas para no caer, al cabo de unos cuantos minutos de correr paramos pues no había rastro de esa cosa y las oficinas estaban frente a nosotros el guardia tomo sus llaves y abrió la puerta mientras entrabamos esa cosa apareció blandiendo su sierra tratamos de atrancar la puerta mientras el guardia trataba de abrir la puerta para salir a buscar el auto.

Pero esa cosa entraría por la ventana, golpeando a mi hermano y así derrumbándolo centrando su atención en mí, me tomaría por el cuello mientras con su otra mano desenfundaba un cuchillo peor mi hermano se levantaría rápidamente intentando detener a esa cosa, me soltó y corrí a la salida que el guardia había logrado abrir, por el pánico me olvide de ayudar a mi hermano pero cuando mire mi hermano clavaba una y otra vez el cuchillo contra el asesino, y me gritaba que me fuera yo me negué el guardia intento jalarme para largarnos del lugar y en el forcejeo aproveche y tome su revólver y dispare las seis balas contra el maldito asesino, se desplomo al piso y mi hermano tomo el cuchillo y de forma de remate lo clavo sobre el corazón.

—–Bien chicos hay que lárganos de aquí antes de que se levante.

—– ¿Qué? Antes de que se levante que quieres decir con eso.

—–Daniel no hay tiempo para eso hay que largarnos rápido.

Llegamos al auto y el guardia intento encender el auto pero no respondía el guardia bajo y se dio cuenta al revisar el auto de que la batería había sido robada. Yo y mi hermano salimos del auto para pensar en una nueva forma de largarnos del lugar. Una gran camioneta se acercaba el guardia se acerco a la calle para hacerle señas de que se detuviera, pero la camioneta acelero mucho mas pasando sobre él y matándolo.

La camioneta freno y de ella bajaron siete hombres vestidos con botargas de conejos sucias y harapientas, se acercaron y nos intentaban sujetar para que subiéramos a la camioneta, yo tome el cuchillo de supervivencia que había encontrado y lo clave contra el cuello de uno de esos lunáticos, cuando le clave el cuchillo al tipo solo sentí un golpe en la nuca mientras todo se obscurecía y quedaba inconsciente.

Desperté y mi cuerpo temblaba de frio, mire a mi alrededor para percatarme de que estaba en un congelador enorme, mis primos colgaban muertos de ganchos como si de cerdos en matadero se tratasen, el piso estaba lleno de sangre, partes humanas brazos, piernas, dedos intestinos regados por el piso. Al mirar el piso me di cuenta de que también estaba mi hermano bajo de una gran pila de carne, al intentarlo hacer reaccionar y jalar un poco su cabeza me di cuenta de que estaba desprendida de su cuerpo, estaba muerto. Mientras miraba horrorizado la cabeza de mi hermano en el piso que había dejado caer, escuche como alguien abría el refrigerador rápidamente me oculte en una pila de carne y huesos el olor era tan asqueroso que me costaba bastante trabajo contener el vomito.

Al refrigerador habían entrado dos tipos, con un mandil lleno de sangre, y con máscara de conejo algo parecida a la del asesino, ambos llevaban una carreta descolgaron a dos de mis primos para ponerlos sobre las carretas, cuando salían uno de ellos le pidió al otro que cerrara la puerta, pero él se negó ya que dijo que pronto volverían por mas “producto” era mi oportunidad así que espere a que salieran para escabullirme fuera de esa lugar.

El panorama de lugar era bastante aterrador era un gran matadero, una carnicería humana varios tipos vestidos igual que los que habían entrado al refrigerador estaban destazando y abriendo personas como si fueran animales. Sabía que tenía que salir rápidamente del lugar, me movía detrás de unos grandes contenedores que tenían dentro carne humana molida y que un camión tomaba y lo movía a otro sector.

Justo cuando veo la salida tres hombres se paran a un lado de la puerta, uno de ellos saca una cajetilla de cigarrillos y le daba uno a los demás. Todos se quitaron las mascaras para fumar, y para mi gran sorpresa los tres sujetos eran mis tíos padres de mis primos muertos, ellos habían destazado a esas personas no me lo creía sin darme cuenta tumbe unos baldes apilados que estaban a un lado de donde me escondía, así fue que se percataron de mi presencia, los tres sonrieron y acercaron rodeándome de tal forma que no pudiese correr uno de ellos me extendió su mano en la cual tenía puesto un guante de hule lleno de sangre.

—-Josep me alegra ver que ya despertaste dime como estas te vez algo preocupado.

—-Que pregunta tan mas estúpida no le parece que lo es, ustedes son unos malditos, por que hacen esto como es que pueden cerdos infelices.

—-ESA NO ES FORMA DE HABLARLE A TUS TIOS JOSEP— grito mi padre mientras salía de una pequeña oficina junto con mi madre.

—-Papá, mamá, no ustedes no pueden estar también involucrados en esta locura.

—–Josep que pasa acaso no te lo explico tu abuelo.

—–De que me hablas, mira todo está por qué demonios hacen algo así.

Mi abuelo llegaba de una oficina en el piso superior junto con mi abuela, y la criatura que me había intentado matar detrás de ellos como si de un guardaespaldas se tratase.

—–Josep tranquilo hijo mira te explicare.

—-No claro que no váyanse al carajo.

Intente correr pero uno de mis tíos me tomo del brazo, con mi rodilla golpee su entrepierna, mientras que otro intento golpearme pero me anticipe y estrelle mi puño contra su nariz, mientras tome uno de los baldes y golpee al último de los tres en la cabeza, pero antes de que corriera la criatura estaba detrás de mi me tomo por el cuello y con su puño golpeo varias veces mi mejilla hasta que quede en estado de no poder estar de pie. Mi padre y uno de mis tíos me tomaron y me llevaron hasta una oficina donde me dejaron a solas con mi padre y mi abuelo.

—–Papá dime por que hacen esto no lo entiendo.

—-Deja que le explique a tu hijo.

—-Usted, usted es el psicópata detrás de todo esto o me equivoco

—-Josep esta empresa se fundó hace muchos años, nos ha permitido a toda la familia tener una vida llena de lujos y libertinaje no me puedes decir que es una mala vida, a tus veinte años tienes lujos que las personas nunca podrán tener y la seguridad que pase lo que pase nunca serás pobre el monopolio la moneda mundial el declive del dólar nada de esa mierda afectara nunca a la empresa.

—–Me está tratando de decir que contrala al maldito mundo.

—-No seas imbécil Josep, mira mi padre, bueno mi familia era extremadamente pobre, tarde o temprano moriríamos de hambre o ahogándonos sobre nuestras propias lágrimas mí padre no lograba conseguir un empleo estable, un día mi padre escucho cerca de un mercado en el que cargaba bultos hablar sobre alguien que habría hecho un pacto con Satanás a cambio de dinero y poder. Mi padre lo intento mientras ofrecía la sangre de una docena de conejos que teníamos yo y mis hermanos., Resulto el demonio se materializo ante él, y mi padre le pido ser el dueño de una empresa una empresa mundial la cual nunca y que bajo ninguna circunstancia diera a la quiebra algo que nunca lo fuese a dejar pobre, el demonio acepto y cumplió con creses pero nada es gratis el demonio quería que le demostrara al creador que los seres humanos no eran dignos del paraíso, así que mi padre logro hacer que los hombres se devoraran así mismos.

—–Como es que logro así no lo entiendo.

——Eres bastante lento Josep las salchichas de receta especial están hechas de carne humana, mi padre quería a alguien para que matara por el así que el demonio se aseguro de que muriera bajo las manos de un asesino en serie que los torturo hasta la muerte, el demonio lo trajo a la tierra de nuevo como el asesino que mato a tu hermano.

—–Y usted maldito lunático quería que me hiciera cargo de este nido de locos.

——Si Josep tu abuelo piensa que eres el indicado para dirigir la empresa, por tu bisabuelo no te preocupes no te hará daño al contrario el te protegerá.

——No están locos los dos, no me uniré a su maldito circo de locos.

——Bueno Josep lo siento la regla es que si te enteras del secreto de la familia tienes que ser parte de la empresa, o parte de la comida, tu elijes.

——–Elijo que se jodan los dos.

Tome una hacha que estaba sobre la mesa y la clave entre los ojos de mi padre, acto seguido tome un gancho de carne, y estaba dispuesto a acabar con la vida del tipo al que antes llamaba abuelo.

—–Josep piénsalo bien no podrás huir sabes muy bien que la familia te encontrara, baja eso.

Golpee con todas mis fuerzas con el gancho el cuello de mi abuelo y la saque de golpe desgarrándolo y dejándolo morir sobre un charco de su propia sangre.

Tome las billeteras de ambos y las llaves del auto de mi padre. Brinque por la ventana, subí al auto de mi padre y arranque el motor justo antes de moverme me percate de que esa cosa estaba delante de mí. Pise el acelerado y arrolle a ese lunático pasando sobre el unas cuantas veces. Antes de que cancelaran las tarjetas, saque todo el dinero que pude de los cajeros que encontraba sabía los NIP de mi padre y mi abuelo ya que por su confianza me daban las tarjetas para ir a por efectivo. No sé a donde iré no tengo realmente a donde ir, esa familia de lunáticos esta por todo el maldito mundo.

Mi nombre es Josep y estoy escondido en un pequeño pueblo de apenas doscientos habitantes, trato de gastar dinero solamente en comida y ropa. Cada noche sueño a mi padre mi abuelo mis primos y a mi hermano diciéndome que el asesino de la máscara de conejo va a por mí. Creo que solo es cuestión de tiempo.

 

 

FIN.

 

Si te gustó, ¡compártelo!

Miedo A Las Agujas

Es curioso, antes me disgustaban.

No en realidad me aterrorizaban; eran horrorosos instrumentos de dolor. De hecho las agujas son usadas en distintas torturas alrededor del mundo ¿lo sabías?

También las usaban, y se siguen usando, de forma medicinal, especialmente en Oriente, lo leí en uno de esos libros, ya sabes, de esos que escribían los estirados hijos de Albión que viajaban a los lejanos países del continente del éste. Si, tienen un uso medicinal, pero con distinto concepto, y aún así eso no importaba, que importa si su cuerpo de metal entra en contacto directo con tu carne, abriéndose paso con su afilada cabeza que disfruta escarbando en tus músculos.

Las agujas de Oriente solo atraviesan tu cuerpo y están ahí, buscando la “energía”, esperando que te mejores, las occidentales son más “agresivas”, introducen en tu cuerpo líquidos extraños o, lo más aterrador, los sacan de ti.
Siempre me horrorizó especialmente pensar en que tenía que soportar el dolor de una aguja para poder aliviar una enfermedad; eso es lo que me hicieron en ese lugar. Yo le temía a las agujas, temblaba al verlas. En los 70’s, cuando empezamos a endiosar a la ciencia, mi padre dijo que eso no era racional y me consiguió un lugar en el mejor hospital psiquiátrico que encontró, dijo que era el lugar perfecto para tratar mi fobia. Tenía razón.

Los primeros días fueron temibles, siempre que llegaba la hora de la terapia empezaba a temblar, mi cuerpo se ponía frío y no podía dejar de llorar, ni siquiera tenía que ver las agujas, era consciente de lo que venía. Llenaban una jeringa con 60 ml de un medicamento, no se que de sodio, y luego me lo inyectaban en el cuello, tenían que atarme los brazos con una camisa de fuerza, y antes de hacerlo me metían en un cuarto con piso acolchado, porque la primera vez que vi la jeringa salí corriendo y tuvieron que someterme entre dos hombres. Luego del terror que me causaba eso sentía como mi cuerpo se volvía pesado, muy pesado, como si me hubiera venido una botella de whisky, bueno ahora lo veo así, a los quince años no sabía que era una borrachera. “Tranquilo, esto te va a curar” decía el doctor Milner, que era el director del sanatorio y supervisaba todos tratamientos. Eso me curó, terapia de choque y “narcoanálisis”.

En el sanatorio solo usaban el narcoanálisis y terapia de choque, aunque lo más probable es que esto fuera así porque éramos un gran experimento. Esto puede escandalizarlos ahora mismo, pero creo que está bien, no dañaron a nadie, que yo sepa, de hecho ayudaron a mucha gente como yo. De todas formas hubo cosas que vi, cosas… peculiares. Escuchaba todos los días los gritos de terror de gente que era enfrentada a las cosas que más terror le daban en el mundo, una vez alguno se suicidó ahogándose en una tasa de baño para evitar tener que ir de nuevo a terapia, yo vi cuando se lo llevaron, su cuerpo estaba morado y con los ojos opacos. También escuchaba las risas y los gritos de esquizofrénicos, por aquel entonces los psicólogos pensaban que todo se podía curar con el psicoanálisis, y que decir del narcoanálisis que ni mezclaba la terapia con fármacos.
Poco a poco me fui acostumbrando al dolor y al terror, me acostumbré, pero no por ello eran menores. Durante esos periodos de embriaguez, causados por el fármaco, me hacían preguntas que, según ellos, servían para encontrar la raíz del trauma. Eran preguntas referentes a como me trataba mi familia y la gente cercana a mi, buscaban saber si alguien había abusado de mi, de forma física o sexual, pero aquello no arrojo resultados, solo fue una tortura inútil. Pero papá quería que terminara el tratamiento, no me aceptaría sin curarme. Además era un método que probó dar resultados: una vez una chica que conocí allí me dijo llorando que la ayudará, “diles que mi papá no me tocó díselos, por favor” gritaba y lloraba, hasta que la sedaron. Pero yo no podía hacer nada, aunque no quería verla llorar, no conocía a su padre y el “no sé que” de sodio hacia que dijeras toda la verdad, aun cuando no la recordabas. Después de un par de sesiones más ella recordó todo y fue liberada, aunque quizá sea una palabra fuerte, ya que hablamos de un hospital, pero en aquel entonces todos nos sentíamos así. Tiempo después me enteré de que denunció a su padre con ayuda de los médicos y se fue a vivir con su madre. El hombre siempre insistió en su inocencia.
Luego, pasado un lapso de tres meses sin resultados, el doctor Milner me dijo que intentaríamos algo “nuevo”, un experimento. En ese entonces yo solo quería poder dejar aquel sitio, por eso accedí. Me reconfortó que me pidieran autorización; no necesitaban mi consentimiento, era mentalmente inestable, solo requerían que firmara papá, pero pedir mi consentimiento fue un detalle con el que me ganaron, y con eso hicieron que la terapia fuera más sencilla… para ellos.
Con el nuevo método me inyectaban entre tres y cuatro veces por día, mi mente estaba confusa todo el tiempo, y gracias a eso fueron introduciéndose en mi cerebro reblandecido por aquella droga. Me introdujeron ideas “las agujas no son malas, son necesarias, son buenas” y cosas por el estilo; sin siquiera forzar la cerradura ellos fueron llenando mi cabeza de agujas, estaban en todos lados. Llegó un momento en el que veía agujas en cada sitio, en la cama, en el baño, todo tenía agujas, incluso mi comida y mi agua, deje de comer y tomar agua durante tres días, pero los doctores no me obligaron a nada, yo solo no soporte más, no quería morir así que tuve que comer y beber.

Y así me curé.

Mi mente estaba tan llena de agujas que ya no quedaba espacio para el miedo. Desde entonces solo como y bebí agujas, las demás desaparecieron solo las veía en sueños.
Salí de aquel lugar y empecé a vivir de nuevo, viví veinte años sin miedo a las agujas, no puedes temerle a tu comida… yo ya no podía, es más, ellas me atraían, a veces me hablaban, curioso ¿no? Las agujas me hablaban más de lo que nunca lo hicieron los dioses, ni cuándo fui a los grandes templos. Aquello me llevo a estudiar para doctor, mi pasión no era curar gente, si no ver como las agujas se clavaban en su carne, sacarles sangre, introducir la aguja del suero intravenoso, casi podía escuchar como los cuerpos de metal rompían la piel y rosaban los músculos y las venas, como sorbían ésos mililitros de vida de ellos, eso me daba un escalofrío de regocijo. Si, lo que más me gustaba era usar jeringas; intentaba hacer aquello por mi mismo, pero las enfermeras no siempre me lo permitían, decían que a era un gran doctor, muy dedicado, pero debía dejarles aquello a ellas, así que me quedaba viendo como ellas usaban mis jeringas, pero aún así mi vida era buena, hasta ayer.
Me di cuenta de que poco a poco la atracción estaba creciendo, pero no le di importancia; hasta que un día, hace como un año, me clave algunas agujas de jeringas en las manos, pero la sensación fue fantástica. Así fue como encontré una nueva afición.
Primero intenté con agujas de coser, pero no fue igual, así que continúe con las agujas de jeringas. Empecé clavando una aguja en mi brazo, pero pronto dejo de satisfacerme, así que continúe aumentando las agujas que usaba. Cada día que pasaba me clavaba más y más, las ponía entre mis dedos, metiéndolas bien profundo, así nadie podía ver las heridas, pero pronto eso dejo de darme aquel escalofrío que tanto me gustaba, y además las agujas que vivían en mi cabeza sabían que no eran reales y me pedían salir y clavarse en mi carne, por eso yo conseguí unas cuantas que fungieran como equivalentes reales, aquello casi no afectó a mi vida… Al principio.
Pero ayer sentí un deseo irrefrenable de meter aguja tras aguja en mi brazo. Estaba sentado en mi oficina en el hospital, ya había terminado mi turno y estaba preparándome para irme a casa, cuando las agujas en mi cabeza empezaron a gritarme y me entro una necesidad apremiante de ponerlas en mis brazos, no se cuantas fueron, dejé de contar en veinticinco. Cada aguja me dio un escalofrío que recorrió mi espalda, como una poderosa descarga eléctrica que paso por cada una de mis vértebras, haciéndose cada vez más potente, por lo que eso me inspiro a clavar y clavar cada uno de esos cuerpos de metal. Pero siempre usaba las agujas solas, sin las jeringas, por que eran molestas. Por eso empecé a sangrar, pero no me di cuenta… o si lo hice, pero estaba tan centrado clavando las agujas que no le preste atención, no estoy seguro. Lo que se es que de pronto estaba riendo, mareado, como en aquellos días en el sanatorio, con sangre a mi alrededor y mi cuerpo empezando a tiritar. Por fortuna una enfermera me encontró en la oficina y asustada pidió ayuda. Suerte que trabajo en un hospital. Entonces me curaron, y cuando volví en mi estaba de nuevo en un sanatorio mental, atado con la camisa de fuerza, espero la terapia con ansías.

Si te gustó, ¡compártelo!

EL Caballero Feroz, Pequeño Pero Valiente

El Caballero Feroz

Erase una vez en una tierra muy lejana en la cual reinaban los ratones se encontraba un caballero el cual  llamaban»El caballero feroz» ya que era el mas valiente del reino, era uno de los ratones mas leales del rey, a pesar de ser bajito de estatura era grande de corazón, su nombre era Emilio y desafortunada mente el había perdido a toda su familia durante el tiempo de guerras, a raíz de eso el se dedico a entrenar y pelear, dar el todo por el todo ya que  lo único que le quedaba era su titulo de ser el caballero mas valiente de todo el reino.

Emilio el valiente
El caballero Feroz

Una tarde mientras el  pequeño caballero Feroz se encontraba en una reunión en compañía de del rey, surgió un gran estruendo ya que una enorme serpiente había atacado el reino y amenazaba con comerse al rey ratón, si  negaban a  obedecer a lo que ella ordenara, pero en ello, el valiente y pequeño  caballero feroz corrió hacia ella y en un descuido resbalo y la serpiente de un solo bocado se lo trago.

El rey y todos los presentes quedaron desconcertados al ver lo ocurrido, la joven princesa la cual  se encontraba entre los presentes rompió en llanto y su padre hacia lo posible para calmarla.

La serpiente se reía a carcajadas  y decía: Ese ratón era el caballero  Feroz, que decepción  me a dado, creí que seria difícil poder comerlo pero ha sido todo lo contrario, el mismo termino por meterse en mi boca. En ese instante la serpiente termino abriéndose a la mitad, ya que el caballero Feroz el cual  había sido tragado, la había cortado con su espada desde dentro para poder darle muerte y así salir.

La princesa corrió para darle un  abrazo y delante de todos le dio un beso en la mejilla, el  caballero  Emilio se sonrojo debido a eso y de  apenado sonrió. Debido a su  gran hazaña fue condecorado con honores y nombrado general de los ejércitos del reino.

Si te gustó, ¡compártelo!

Mi Gran Fantasía.

Mi nombre es Aleida y vivo en un pequeño pueblo llamado Marken situado en Holanda, mi padre Adriaan tiene su propia fábrica de zuecos donde me gusta ver como todas esas personas realizan cada trabajo, mi madre Lorelay falleció cuando yo tenía apenas 5 años mientras viajaba en un avión a parís.

Cuando mi papá termina su trabajo nos vamos a casa, aunque queda muy cerca a mí me gusta irme muy rápido en mi bicicleta mientras mi papá corre atrás de ella diciendo que me puede alcanzar. Cuando llegamos a casa me gusta que mi papá me cuente historias de cuando él era pequeño porque son interesantes y divertidas.

Un día mientras salía al jardín vi que apareció algo pequeño entre las flores, me acerque a ver qué pasaba porque normalmente no hay insectos en mi jardín, cuando quise asomar mi cabeza entre los tulipanes salió disparada un hada; en Marken cuando una persona muere tiene que prepararse para poder convertirse en hada, en este caso fue mi mamá que ya estaba lista para visitarme ¡estupendo! cuando la vi me llene de felicidad porque eso quería decir que ya se quedaría acompañándome siempre así que corrí a decirle a mi padre, él se sorprendió mucho y soltó en llanto, después, platicamos hasta que tuvimos que ir a dormir, ella me llevo a mi cama y me dijo que por las noches tenía que volver al mundo de las hadas pero que temprano volvía a casa. Al día siguiente, justo como lo prometió, volvió muy temprano a casa, jugamos durante todo el día, la verdad es que nunca había estado tan feliz, mi papa comenzaba a contar historias de cuando se enamoró de mi madre y ella solo sonreía y sus mejillas se sonrojaban como un tomate, así pasaron los años y mi madre nos acompañaba a todas partes, la gente se alegraba mucho de verla porque ella en vida fue una persona maravillosa.

Un día, fuimos muy temprano al bosque a recolectar madera, a mí me gustaba pasear por el bosque porque encontraba muchos animales pero esta vez vi una casa hecha de madera, se veía muy abandonada así que entre a explorar; el techo tenia alas colgando por todas partes, me asuste tanto que me salí corriendo cuando de repente vi que venia alguien hacia mí, tropecé con un tronco, voltee y era una bruja, volví a correr lo más rápido que pude pero me alcanzo hasta mis padres, cuando vio que mi madre era un hada inmediatamente le arrebato las alas y desapareció.

Camino a casa apareció un hada, nos dijo que mamá no podía estar en la tierra si no tenía sus alas y se la llevó, ni si quiera pude despedirme.

Dure mucho tiempo queriendo negociar con la bruja pero ella no accedía, decía que las alas de hadas eran muy preciadas para ella y me corría, yo seguía insistiendo día con día pero ella, que era una mujer sin corazón no le importaba ni mi llanto.

Papá se veía muy deprimido, cada vez comía menos y decía que tal vez no volvería a verla nunca, fue adelgazando mucho. Nos gustaba construir cosas juntos con tela, piedras, dulces, lo que sea que encontráramos para poder distraernos; un día tuvimos una gran idea, era un nuevo proyecto de construcción, el trabajo era muy pesado pero valía la pena cada segundo que estaba con él y el propósito por el que lo hacíamos. Duramos casi un año en terminar, eran unas alas gigantes pero faltaba lo más importante, hablar con mab el hada Reyna; para ello teníamos que hacer florecer un tulipán negro y eso es muy difícil ya que debemos sembrarlo en el bosque Breda sin dejar de vigilarla ya que requiere mucha paciencia y cuidado para que florezca más rápido. Nos fuimos a acampar al bosque y duramos una semana hasta que floreció, llego mab y le mostramos las alas, se conmovió tanto de nuestro esfuerzo por ver a mi madre que decidió hacernos un trato; ella le pondría esas alas a mi madre y la dejaría en tierra para siempre pero tendría que convertir a mi padre en duende ya que un hada únicamente puede vivir en tierra si tiene un duende como protector, el único problema era que ya no podría trabajar en su fábrica y a mí me faltaba un año para cumplir mi mayoría de edad, solo hasta entonces yo podría dirigirla. Mab dijo que hasta que yo pudiera dirigir la fábrica nos dejaría verla 3 horas en el día, mi papá dijo que el vendería la fábrica a un precio alto, así con ese dinero vivir un año y hacer un negocio en casa para que yo pudiera trabajar, a Mab le pareció justo el trato y aceptó.

Mi madre estuvo de vuelta y mi padre se convirtió en un pequeño duende, yo me sentía muy feliz de verlos juntos y jugar con ellos.

Ahora que tengo mi mayoría de edad mi padre y yo construimos una cabaña para poder trabajar y ahí realizamos zuecos mientras mi madre los pinta y decora.

Si te gustó, ¡compártelo!