Archivo de la categoría: Todo Público

Se Acabó

 

Todo aquí fue onírico, todo aquí fue mio.

Carcomida desde las entrañas;

me duele hasta el alma.

Mi corazón hecho pedazos y tú no dices nada,

mi cara empañada, ¡oh benditas lagrimas!

llorar tú me has hecho, llorar me podría llamar.

Luego vuelves, como abeja a su panal

pendiendo olvidar todo, pidiendo otra oportunidad.

¡Oh amor mio! no sabes lo que has pedido,

¿acaso no sabes que un corazón roto y abatido ya no vuelve a funcionar?

¡Ya no se como vivo, yo solo respiro!

¿Que el amor no mata? y entonces…

¿Quien conmigo acabó?

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La Pregunta De La Eterna Libertad

 

paz, belleza, libertad
Naturaleza

La pregunta de la eterna libertad, diosa codiciada por todo hombre terrestre.

Pasamos una vida buscando en vano, ojos abiertos, bocas sedientas.

Pasamos una noche llorando en silencio, callando todo lo perdido, a la luz de las velas de un sueño sin igual.

Eres día entre las montañas, brillas en el halo del amanecer.

Creces como rayo de penumbra, olvidando lo que ya no es.

No vives sino por aquellas voz que canta en el cielo,

el himno que suena entre tus paredes.

Se libre, pequeño ruiseñor.

Se libre como aquel de cielo abierto

alas extendidas, volando hacia la noche

sin miedos ni temores.

Se libre como quién ama a la vida

quién escucha las plegarias de pobres desgraciados.

Se libre, brillante fuego,

Se libre hacia la eternidad.

 

 

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PRISIONERA

Quizás, haya olvidado.
que estuve enamorada de tí,
mas sigo de tus verdes ojos prisionera,
y mi corazón y mi mente, aún te recuerdan.

Quizás, haya olvidado,
las horas de amargura,
que por tí pasé en mi cuarto,
pero nunca olvidaré,
el cálido sabor de tus abrazos.

Quizás, ya no recuerde,
que te amé como a nadie había amado,
pero mi cuerpo insiste
en vibrar cada vez que me acerco a tu lado.

Quizás, haya olvidado,
lo mucho que soñaba con tu amor,
pero no olvido tu rostro,
que quedó en mi alma profundamente grabado.

Quizás, haya olvidado,
lo absurdo que es,
pensar en tí de esta manera,
pero es que sigo estando,
de tus ojos verdes prisionera.

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Mi Gran Fantasía.

Mi nombre es Aleida y vivo en un pequeño pueblo llamado Marken situado en Holanda, mi padre Adriaan tiene su propia fábrica de zuecos donde me gusta ver como todas esas personas realizan cada trabajo, mi madre Lorelay falleció cuando yo tenía apenas 5 años mientras viajaba en un avión a parís.

Cuando mi papá termina su trabajo nos vamos a casa, aunque queda muy cerca a mí me gusta irme muy rápido en mi bicicleta mientras mi papá corre atrás de ella diciendo que me puede alcanzar. Cuando llegamos a casa me gusta que mi papá me cuente historias de cuando él era pequeño porque son interesantes y divertidas.

Un día mientras salía al jardín vi que apareció algo pequeño entre las flores, me acerque a ver qué pasaba porque normalmente no hay insectos en mi jardín, cuando quise asomar mi cabeza entre los tulipanes salió disparada un hada; en Marken cuando una persona muere tiene que prepararse para poder convertirse en hada, en este caso fue mi mamá que ya estaba lista para visitarme ¡estupendo! cuando la vi me llene de felicidad porque eso quería decir que ya se quedaría acompañándome siempre así que corrí a decirle a mi padre, él se sorprendió mucho y soltó en llanto, después, platicamos hasta que tuvimos que ir a dormir, ella me llevo a mi cama y me dijo que por las noches tenía que volver al mundo de las hadas pero que temprano volvía a casa. Al día siguiente, justo como lo prometió, volvió muy temprano a casa, jugamos durante todo el día, la verdad es que nunca había estado tan feliz, mi papa comenzaba a contar historias de cuando se enamoró de mi madre y ella solo sonreía y sus mejillas se sonrojaban como un tomate, así pasaron los años y mi madre nos acompañaba a todas partes, la gente se alegraba mucho de verla porque ella en vida fue una persona maravillosa.

Un día, fuimos muy temprano al bosque a recolectar madera, a mí me gustaba pasear por el bosque porque encontraba muchos animales pero esta vez vi una casa hecha de madera, se veía muy abandonada así que entre a explorar; el techo tenia alas colgando por todas partes, me asuste tanto que me salí corriendo cuando de repente vi que venia alguien hacia mí, tropecé con un tronco, voltee y era una bruja, volví a correr lo más rápido que pude pero me alcanzo hasta mis padres, cuando vio que mi madre era un hada inmediatamente le arrebato las alas y desapareció.

Camino a casa apareció un hada, nos dijo que mamá no podía estar en la tierra si no tenía sus alas y se la llevó, ni si quiera pude despedirme.

Dure mucho tiempo queriendo negociar con la bruja pero ella no accedía, decía que las alas de hadas eran muy preciadas para ella y me corría, yo seguía insistiendo día con día pero ella, que era una mujer sin corazón no le importaba ni mi llanto.

Papá se veía muy deprimido, cada vez comía menos y decía que tal vez no volvería a verla nunca, fue adelgazando mucho. Nos gustaba construir cosas juntos con tela, piedras, dulces, lo que sea que encontráramos para poder distraernos; un día tuvimos una gran idea, era un nuevo proyecto de construcción, el trabajo era muy pesado pero valía la pena cada segundo que estaba con él y el propósito por el que lo hacíamos. Duramos casi un año en terminar, eran unas alas gigantes pero faltaba lo más importante, hablar con mab el hada Reyna; para ello teníamos que hacer florecer un tulipán negro y eso es muy difícil ya que debemos sembrarlo en el bosque Breda sin dejar de vigilarla ya que requiere mucha paciencia y cuidado para que florezca más rápido. Nos fuimos a acampar al bosque y duramos una semana hasta que floreció, llego mab y le mostramos las alas, se conmovió tanto de nuestro esfuerzo por ver a mi madre que decidió hacernos un trato; ella le pondría esas alas a mi madre y la dejaría en tierra para siempre pero tendría que convertir a mi padre en duende ya que un hada únicamente puede vivir en tierra si tiene un duende como protector, el único problema era que ya no podría trabajar en su fábrica y a mí me faltaba un año para cumplir mi mayoría de edad, solo hasta entonces yo podría dirigirla. Mab dijo que hasta que yo pudiera dirigir la fábrica nos dejaría verla 3 horas en el día, mi papá dijo que el vendería la fábrica a un precio alto, así con ese dinero vivir un año y hacer un negocio en casa para que yo pudiera trabajar, a Mab le pareció justo el trato y aceptó.

Mi madre estuvo de vuelta y mi padre se convirtió en un pequeño duende, yo me sentía muy feliz de verlos juntos y jugar con ellos.

Ahora que tengo mi mayoría de edad mi padre y yo construimos una cabaña para poder trabajar y ahí realizamos zuecos mientras mi madre los pinta y decora.

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¿Me Ves? Yo Si

  • Lo siento, lo rompí, perdón.
  • No importa, está bien – Le dije a mi mejor amiga

Salí del aula de clase y me senté en un banco en el patio, me sentí tan mal. Apenada cuando al estar aquí sentada y ver a mi alrededor no distinguía que estaba ocurriendo.

Suelo escuchar los susurros a mi espalda, cada palabra que dicen de mí, creen que soy una persona perfecta alguien que no le interesa más nadie que si misma, creen que les saco el cuerpo porque soy mejor que ellos que por ser bien parecida estoy por encima de todo, si, tengo buen aspecto. Sí, tengo una familia y una casa linda donde vivir, mi padre es adorado por todos por su bondad y su gran disponibilidad para ayudar afuera a todo lo que lo necesiten dicen que es grandioso pero es mentira. Mi padre pasa más tiempo fuera que con su propia familia y cuando está realmente no ayuda en nada pero cuando alguien más lo llama el corre a su rescate, mi casa apenas se sustenta, mi madre no trabaja y mi padre es profesor hay días en que incluso ni comemos pero eso nadie lo ve, nadie siente ni escucha lo que dentro de estas paredes ocurre

En este momento al mirar mis manos con mis ojos sentí que en cualquier momento me daría un ataque, el mirar partes  de mi cuerpo y no distinguirlas es surrealista.

Recuerdo una vez hace un par de años, mi mejor amiga había hecho eso otra vez, Yo tenía la costumbre de llamar o textear a mis compañeros y amigos antes de ir a clase para saber dónde estaban, si ya habíamos entrado o no tuvimos clase, ese día nadie me contesto así que tuve que caminar a la secundaria sin saber de nadie pero seguí llamando para ver si contestaban, me sentía impotente. Unas calles antes de llegar sentí una opresión en el pecho y mis ojos se empañaron de la impotencia y amargura que tenía porque ni mi mejor amiga me contesto, camine  rápido. Estaba llegando tarde por esperar una respuesta y casi me caigo y empecé a llorar. Era tan injusto no saber en qué salón te toca clase o si te equivocas cuando vayas a uno de tus compañeros y termine siendo otra persona, sabía que no era la única a la que le pasaba pero eso no importaba realmente porque todos a su alrededor no eran iguales a mí, no entendían. Me devolví y llore hasta llegar a mi casa, no quería que mi madre me viera, así que me encerré en mi habitación y llore más

Odie mucho esa parte de mí, la que dependía de todos. Ahora aquí sentada escuchando las risas de mis compañeros aun retumbando en mi mente desde  lo ocurrido hace un momento tenía otra vez la misma sensación de pánico que hace dos años atrás pero no lloraría, no esta vez.

Siempre las personas actúan de una manera extraña con alguien diferente a ellos, o se están riendo haciendo bromas a tu costa o te tratan como a un idiota. Siempre las mismas preguntas “¿Cuantos son estos?¿Me ves? ¿ves eso?¿Que dice allí?” o te ponen sobrenombres estúpidos por una condición que tu no manejas, la mayoría del tiempo es normal pero hay veces como estas cuando miro con mis ojos sin ningún cristal de fondo que se me llenan los ojos de lágrimas, el tener una discapacidad que no deberías haber tenido, las personas piensan que te tratan de un modo normal como si nada pasara pero sin quererlo te empiezan a discriminar

  • Hola Tany – escucho que me saludan pero no veo de donde es el saludo así que no respondo.

A pesar de que hay personas groseras hay otras muy buenas, tristemente asumen que yo soy la primera. No me gusta mirar fijamente y la mayor parte del tiempo veo hacia abajo o tengo mi cabello tapando mis ojos. Pero eso no importa realmente a pesar que tendré que vivir toda mi vida así, hay cosas mucho peores que esta. Dejare que los susurros, bromas y estereotipos sobre mi sigan, no puedo hacer nada para detenerlos pero no me arrepentiré de eso porque aunque mi vista es muy mala y tenga que ver a través de un cristal el resto de mi vida, veo muy bien a comparación de otras personas

No juzgues a los demás por cómo se ven o te tratan, tienen una razón para hacerlo aunque no sea obvia

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