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Nunca

Segunda Pagina

Ahí estaba yo, sintiendo lentamente como fluía mi sangre a través de mis labios, recorría mis mejillas y subía hasta mi cabeza, cada golpe era brusco en mi pecho, se sentía como recibir disparos de adrenalina.

Estaba consciente de mi sonrisa inminente, de mis pupilas dilatadas; todos mis sentidos florecían deseando probar a su manea aquello que mis ojos estaban degustando.

No podía ser posible tal la maravilla, desde que lo vi entrar en la habitación con esa mueca en la comisura de sus labios que parecía una mezcla entre sonrisa y algo de timidez que lejos de ocultarlo del resto aumentaba y aceleraba su postura de llamativo ser, con un resultado muy coqueto.

Nunca alguien me había pillado tan desprevenida, nunca me había costado tanto no ser tan obvia, nunca había sido tan fuerte el golpe al corazón.

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El Caballero De La Armadura De Madera.

Mi alma se fue hacia él abismo, por qué no soportaba tú ausencia.
Mi corazón se separó en pequeñas partes cuándo mi mente llegó a la conclusión de qué te extrañaba.
Anoche te vi en mis sueños, sentí la necesidad de correr hasta ti cuando desperté.
Mi alma no soporta qué no estés aquí, la distancia qué pareciera haberse hecho más grande a cada segundo me consume a mordidas los sentimientos.
Las lágrimas sólo fluyen, con la esperanza de qué vengas a secarlas.
Todo en mí te necesita para sobrevivir ya qué me siento atrapada, atada a mi tristeza.
Mis ojos lloran.
Mi corazón se quiebra.
Mi vida se desvanece.
Mi amor por ti te espera.
Intento buscarte, y soy una tonta al pensar qué te voy a encontrar en mis sueños. La realidad es horrible.
No tengo corazón.
Salió de mi pecho y corrió hasta tus manos.
Mi pobre corazón…qué te lástima tanto, ruega qué lo ames.
Aunque a veces quisiera sacarte de él por qué cada vez qué se parte en dos te hace daño. Por eso quiero sacarte de ahí para meterte dentro de mi alma.

Tú eres como la madera, eres fuerte, duro, tanto qué me asusta y a la vez quisiera aprender de ti.
Mientras, yo soy como él cristal, me rompo fácilmente, pero sé qué en las manos correctas (tan correctas como las tuyas) siempre brillaré para ti.
Hoy, está chica hecha de cristal es «nadie» y espera la perdones, regreses y de a poco la dejes entrar en tu ser de nuevo.
Esta mujer jamás debió jugar a ser fuerte, por qué muy en él fondo sabe qué no lo es. No debió jugar al orgullo por qué en su interior sabe qué siempre llevará las de perder.
No debió jugar así con tú corazón al anochecer, debió cuidarlo, tener paciencia, y a pesar de todas las discusiones…DEBIÓ NO PENSAR EN ELLA MISMA Y SÓLO PENSAR EN AMARTE A TI.
Debí amarte más de lo qué te amo ya, para qué así fuera suficiente para ti.
No debí cometer más errores, por qué cada uno de ellos se queda, grabado, agrietando el cristal de mi ser y el tuyo.
Me queda claro qué, tú siempre serás tan luchador y yo una cobarde qué se esconde detrás del monitor. Tú siempre serás valiente en la vida mientras yo moriré de miedo de sólo vivirla.
Hoy además de reconocer mi error y lo qué soy, reconozco la falta qué me haces en la vida, en todo.
La gran necesidad qué eres para mi existir.
Necesito de ti.
Necesito de tus besos.
Necesito de tus palabras.
Necesito de tú amor, aunque no merezca qué alguien tan sorprendente qué ha soportado todo de mí me ame.
Necesito de tú apoyo para salir del infierno en él qué entré él día qué herí tus preciados sentimientos.
Necesito todo de ti, por qué te pertenezco, defiendelo, defiende lo qué es tuyo mientras yo estaré enteramente feliz y completa de qué al menos aún me elijas a mí.
Así qué por favor regresa al qué será tú nuevo hogar, mi alma, corazón y espíritu.
Sí esta tonta se vuelve a equivocar, caerá en un abismo, grande y sin fondo del qué no podrá salir por qué tú presencia no estará para iluminarle la salida, tú sonrisa no estará para sanarla y tus palabras no estarán ahí para tranquilizarla…justo como ahora sucede. Sin embargo, quiero recuperar mi diamante, y voy a seguir buscándolo. Sanemos todas las heridas primero para después volver a comenzar, está vez sin tantos obstáculos, sin tantas dudas, sin tanto miedo.
Sólo así él caballero de la armadura de madera y la bruja de cristal podrán ser enteramente felices.

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REFLEXIÓN DE VIDA

Que pasa cuando creemos que ya todo se acabo en la vida:

Dejamos de luchar, perdemos las esperanzas y lo único que hacemos es amargarnos la vida y amargarsela a los demás.

Pero lo cierto es que ese apenas es el comienzo.

Todo nos empieza a salir mal, no le damos la atención a lo que de verdad importa, y seguimos amargándonos.

La verdad de esto es que aun nada esta perdido aunque así lo parezca es mejor seguir adelante pues todo sigue.

También existe el echo de saber perder, ante algo que no podemos alcanzar, ¿pero como sabemos cuando perdimos?

Eso depende de cada uno cuando decidimos rendirnos o cuando aceptamos la realidad que nos hicieron.

Es cierto que todos nacen y mueren solos pero en realidad estamos solos? Eso también depende de cada uno.

Y que es lo que se aprende de aquí:

Si, estamos solos, al final cada quien vela por su propio espíritu. Pero no es razón para rendirnos.

Y no es de cobardes aceptar un error, es de sabios y de valientes tener el valor de hacerlo.

Alfredo.

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La Pregunta De La Eterna Libertad

 

paz, belleza, libertad
Naturaleza

La pregunta de la eterna libertad, diosa codiciada por todo hombre terrestre.

Pasamos una vida buscando en vano, ojos abiertos, bocas sedientas.

Pasamos una noche llorando en silencio, callando todo lo perdido, a la luz de las velas de un sueño sin igual.

Eres día entre las montañas, brillas en el halo del amanecer.

Creces como rayo de penumbra, olvidando lo que ya no es.

No vives sino por aquellas voz que canta en el cielo,

el himno que suena entre tus paredes.

Se libre, pequeño ruiseñor.

Se libre como aquel de cielo abierto

alas extendidas, volando hacia la noche

sin miedos ni temores.

Se libre como quién ama a la vida

quién escucha las plegarias de pobres desgraciados.

Se libre, brillante fuego,

Se libre hacia la eternidad.

 

 

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Mi Gran Fantasía.

Mi nombre es Aleida y vivo en un pequeño pueblo llamado Marken situado en Holanda, mi padre Adriaan tiene su propia fábrica de zuecos donde me gusta ver como todas esas personas realizan cada trabajo, mi madre Lorelay falleció cuando yo tenía apenas 5 años mientras viajaba en un avión a parís.

Cuando mi papá termina su trabajo nos vamos a casa, aunque queda muy cerca a mí me gusta irme muy rápido en mi bicicleta mientras mi papá corre atrás de ella diciendo que me puede alcanzar. Cuando llegamos a casa me gusta que mi papá me cuente historias de cuando él era pequeño porque son interesantes y divertidas.

Un día mientras salía al jardín vi que apareció algo pequeño entre las flores, me acerque a ver qué pasaba porque normalmente no hay insectos en mi jardín, cuando quise asomar mi cabeza entre los tulipanes salió disparada un hada; en Marken cuando una persona muere tiene que prepararse para poder convertirse en hada, en este caso fue mi mamá que ya estaba lista para visitarme ¡estupendo! cuando la vi me llene de felicidad porque eso quería decir que ya se quedaría acompañándome siempre así que corrí a decirle a mi padre, él se sorprendió mucho y soltó en llanto, después, platicamos hasta que tuvimos que ir a dormir, ella me llevo a mi cama y me dijo que por las noches tenía que volver al mundo de las hadas pero que temprano volvía a casa. Al día siguiente, justo como lo prometió, volvió muy temprano a casa, jugamos durante todo el día, la verdad es que nunca había estado tan feliz, mi papa comenzaba a contar historias de cuando se enamoró de mi madre y ella solo sonreía y sus mejillas se sonrojaban como un tomate, así pasaron los años y mi madre nos acompañaba a todas partes, la gente se alegraba mucho de verla porque ella en vida fue una persona maravillosa.

Un día, fuimos muy temprano al bosque a recolectar madera, a mí me gustaba pasear por el bosque porque encontraba muchos animales pero esta vez vi una casa hecha de madera, se veía muy abandonada así que entre a explorar; el techo tenia alas colgando por todas partes, me asuste tanto que me salí corriendo cuando de repente vi que venia alguien hacia mí, tropecé con un tronco, voltee y era una bruja, volví a correr lo más rápido que pude pero me alcanzo hasta mis padres, cuando vio que mi madre era un hada inmediatamente le arrebato las alas y desapareció.

Camino a casa apareció un hada, nos dijo que mamá no podía estar en la tierra si no tenía sus alas y se la llevó, ni si quiera pude despedirme.

Dure mucho tiempo queriendo negociar con la bruja pero ella no accedía, decía que las alas de hadas eran muy preciadas para ella y me corría, yo seguía insistiendo día con día pero ella, que era una mujer sin corazón no le importaba ni mi llanto.

Papá se veía muy deprimido, cada vez comía menos y decía que tal vez no volvería a verla nunca, fue adelgazando mucho. Nos gustaba construir cosas juntos con tela, piedras, dulces, lo que sea que encontráramos para poder distraernos; un día tuvimos una gran idea, era un nuevo proyecto de construcción, el trabajo era muy pesado pero valía la pena cada segundo que estaba con él y el propósito por el que lo hacíamos. Duramos casi un año en terminar, eran unas alas gigantes pero faltaba lo más importante, hablar con mab el hada Reyna; para ello teníamos que hacer florecer un tulipán negro y eso es muy difícil ya que debemos sembrarlo en el bosque Breda sin dejar de vigilarla ya que requiere mucha paciencia y cuidado para que florezca más rápido. Nos fuimos a acampar al bosque y duramos una semana hasta que floreció, llego mab y le mostramos las alas, se conmovió tanto de nuestro esfuerzo por ver a mi madre que decidió hacernos un trato; ella le pondría esas alas a mi madre y la dejaría en tierra para siempre pero tendría que convertir a mi padre en duende ya que un hada únicamente puede vivir en tierra si tiene un duende como protector, el único problema era que ya no podría trabajar en su fábrica y a mí me faltaba un año para cumplir mi mayoría de edad, solo hasta entonces yo podría dirigirla. Mab dijo que hasta que yo pudiera dirigir la fábrica nos dejaría verla 3 horas en el día, mi papá dijo que el vendería la fábrica a un precio alto, así con ese dinero vivir un año y hacer un negocio en casa para que yo pudiera trabajar, a Mab le pareció justo el trato y aceptó.

Mi madre estuvo de vuelta y mi padre se convirtió en un pequeño duende, yo me sentía muy feliz de verlos juntos y jugar con ellos.

Ahora que tengo mi mayoría de edad mi padre y yo construimos una cabaña para poder trabajar y ahí realizamos zuecos mientras mi madre los pinta y decora.

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