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Hola a todos, este es mi primer relato, porfavor espero gratamente sus criticas constructivas y no destructivas; muchas gracias.
El ascensor.
Una joven y hermosa mujer regresaba feliz de una reunión con amigos, había terminado tarde, pero todo ese tiempo con antiguos miembros le agradaba.
Bueno no le agradaba tanto su pasado, de hecho, le desagradaba.
Prosiguió a llegar al ascensor de su edificio y así poder llegar a su departamento que estaba en 15 piso, lo bueno es que no tenia que subir por las escaleras.
“De chiquita le tenia miedo a estos aparatos del demonio”, pensó, mientas finalmente apretaba el botón para que el ascensor, empezara su trayecto y este descendiera al piso principal y así poder llevarla a su destino.
Empezaba a sentirse muy rara, era muy de noche, sentía que alguien la estaba viendo, volteo para verificar si esto era así y no, no vio absolutamente nada.
“Tranquilízate”, pensó, ya no eres una niña, ya no tienes miedo mucho menos a la obscuridad.
Para ella eso era una mentira, le habían sucedido muchas cosas, cosas malas y realmente tenía miedo y mas si estaba en la obscuridad.
Escucho una voz detrás de ella “amorrrr”, retumbó en el aire por varios segundos, pero para ella fueron largos minutos de desesperación y miedo, e hizo que la joven mujer se estremeciera, de nuevo redirigió su mirada hacia atrás, su corazón palpitaba cada vez más, sentía que todo su cuerpo se desvanecía, cuando finalmente pudo redirigir la mirada hacia atrás de ella, de nuevo se vio con la sorpresa de que no había absolutamente nada.
Regresó su mirada al ascensor.
Quería despejar su mente, no quería recordar
“Está tardando demasiado el ascensor”, pensó
Esa voz era de…
¡Tin! Sonó el ascensor indicando que había llegado a su destino.
El sonido seco la despertó y por supuesto que la espanto.
¡Hasta que llegas!, refunfuño.
La joven mujer entro al ascensor y presiono el frio botón para que este la llevara al piso 15.
Muestras el ascensor cerraba sus frías puertas de metal pudo observar por un milisegundo, que brotaba sangre del suelo, de donde se encontraba esperando el ascensor.
“No pienses en eso, no pienses en eso, no pienses en eso, por favor ahora no”, decía desesperada la joven mujer.
No lo podía creer, estaba asustada, había pasado demasiado tiempo, desde la ultima vez que experimento ese horrendo sentimiento, se sentía débil y con mucho miedo, desesperada y que la obscuridad cada vez se hacia más grande hasta el punto de casi consumir todo lo que le rodeaba y a ella misma llevándosela de este mundo.
El ascensor era muy pequeño, solo tenía un pequeño foco que alumbraba su interior, se sentía apretada, de nuevo el sentimiento de que la veían le recorría la mente, pues en las paredes del ascensor, tenían espejos demasiado grandes que reflejaban a la joven mujer y a sus miedos.
! ¡Vamos apresúrate!, dijo la joven mujer.
Salió de su boca una pequeña carcajada
¿Quién me estaría escuchando ahora? Se preguntó
De la obscuridad, se escuchó una voz muy tétrica, desgastada como la de una persona que va morir.
¡! Yoooo amor!!
Finalmente, comprendió que no era su imaginación, esto estaba pasando en la vida real, en su mundo, todo desde un inicio había sido de verdad; una horrible verdad.
!! ¡No, no, no!!, gritaba la joven mujer, mientras se arrodillaba, pues no tenia a donde correr y mucho menos no tenía a alguien.
Se tapó lo ojos, sentía como el ascensor se movía por todos lados y la voz desgastada gritaba, gritaba de dolor.
¡AHHHHHHHH!
¡PORQUE ME ABANDONATE!
¡QUE ACASO NO ME AMABAS!
La joven mujer no paraba de llorar, el miedo que le recorría en todo su cuerpo no sabía que hacer, pero si sabía quién le está hablando y eso le dolía y le daba miedo.
¡VAMOS LEVANTATE!, le ordenó la voz.
La joven mujer se levantó, se limpió las lágrimas con su suéter, esta viendo hacia las puertas del ascensor, no se podía mover ahora, sentía demasiado miedo, más ahora que sabía con quién estaba hablando.
¿Sabes quién soy?, verdad, preguntó la voz.
Si, respondió entre lagrimas y su voz cortada la joven mujer.
Entonces voltea hacia los espejos, mira, mira cómo me dejaste, me abandonaste.
La joven mujer volteo y allí estaba ese horrible cuerpo quemado por las llamas, esa sangre que brotaba por todos lados y la cara desfigurada por el choque.
¿Por qué me abandonaste, Amor?, pregunto el amado.
Yo, yo, yo no quería que esto fuera así, respondió la joven mujer; no podía creer lo que estaba viendo ante sus ojos, era su amado o lo que quedaba del después del accidente de automóvil que tuvieron en el pasado.
¡Eso es mentira!, ahora pagaras las consecuencias vocifero el amado con rabia.
No por favor, no he hecho nada, respondió con voz cortada la joven mujer.
Exactamente, eso es lo único que has hecho por mí, ¡nada!, de nuevo vocifero el amado.
La figura de su amado se fue, alejando por los espejos, hasta perderse de vista
Dejando sola a la mujer llorando de miedo y sin saber que hacer en esos momentos, no lo podía creer.
¡Tin! De nuevo sonó el ascensor, indicando que habían llegado a su destino.
Las puertas se abrieron de par en par y con ello de nuevo el sentimiento de terror.
En vez de ver el pasillo hacia su departamento, estaba el coche estrellado y su amado gritando de dolor quemándose y retorciéndose de dolor dentro del automóvil que había chocado.
¡No!, grito la joven con todas sus fuerzas
Lo siento, decía llorando.
Adiós Amor, respondió el amado, siendo consumido por la obscuridad de esa obscura y fría noche.
El elevador cayo…
La policía aún no se explica como fue posible que eso pasara, era imposible, lo único que sabían era que una joven y linda mujer viuda, había muerto dentro del elevador esa noche, sin dejar rastro de lo que había acontecido dentro de este, dejando atrás a sus amigos y familias con quienes pasaba el rato.
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